Las nueve provincias de Castilla y León tienen los carburantes más baratos de España

De los diez euros que cuesta cortarse el pelo, dos se los lleva Hacienda, lo mismo que sucede con diez céntimos de cada euro que se paga por una botella de agua. En el caso de los carburantes, los impuestos suponen ya de por sí más de la mitad del precio de venta al público, de modo que cualquier recargo a mayores resulta determinante para mal a la hora de establecer comparativas entre los lugares de repostaje. Es lo que le sucedía a Castilla y León cuando, hasta hace dos años, aplicaba a gasóleos y gasolinas el tramo más alto del llamado céntimo sanitario (en realidad más de cuatro céntimos destinados a incrementar la recaudación, no necesariamente para sanidad). Ahora, con el gravamen eliminado, las gasolineras de la comunidad autónoma se han convertido en las más atractivas de España para los conductores.

Después, no es lo mismo llenar el depósito en una estación de servicio de una gran petrolera en el centro de la capital que en otra de bandera independiente en lo más profundo de la provincia. Pero en promedio, el gasóleo de automoción más barato de España está, por este orden, en las provincias de Segovia Salamanca, Soria, Ávila, Navarra, Burgos, Zamora, León, La Rioja, Álava, Palencia y Valladolid. En todas ellas el litro costaba, con impuestos incluidos, menos de 97 céntimos de media el pasado mes de marzo, según el informe de supervisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

En el caso de la gasolina de 95 octanos, los costes medios más económicos de todo el país están, de menor a mayor, en las estaciones de las provincias de Salamanca, Segovia, Soria, Palencia, Burgos, Ávila, Zamora, León, Cantabria y Valladolid. El precio del litro se situaba en los diez casos por debajo de los 1,10 euros, según el ultimo informe comparativo.

Dos explicaciones

El pasado mes de marzo, Pontevedra fue la provincia peninsular con los precios más elevados en gasolina 95, seguida por Orense y Lugo, todas por encima de 1,15 euros. En relación al gasóleo A, un mes más, también Galicia volvió a ser la comunidad con la provincias de precios más altos, en torno a 1,20 euros el litro.

En la actualidad, con la excepción de Cantabria, el País Vasco, La Rioja y Castilla y León, todas las demás comunidades tienen tramo autonómico del impuesto de ventas minoristas de determinados hidrocarburos (IVMDH). «Cuando se comparan provincias con niveles similares de precios antes de impuestos explica el informe de la CNMC, se observa que las diferencias de precios de venta al público coinciden prácticamente con el nivel del impuesto autonómico».

Desde el 1 de enero de 2016, fecha en la que Castilla y León suprimió el tipo autonómico, las novedades relativas a este impuesto se han producido en Aragón, que lo aplica por primera vez (2,4 céntimos por litro);y en Navarra, que vuelve a aplicarlo en igual medida. Según la Asociación de Operadores Petrolíferos, «la implantación de diferentes tipos de imposición provoca desvíos artificiales de consumo que causan pérdidas de eficiencia en la distribución de productos petrolíferos, dificultades comerciales a los operadores y aumento del fraude fiscal». En Galicia, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Baleares y Castilla-La Mancha, sus respectivos gobiernos autonómicos aplican un gravamen de 4,8 céntimos por litro de carburante. En Asturias es de 4,8 céntimos para la gasolina y de 4 para el diésel. Extremadura tiene un tipo de 3,84 céntimos y Madrid, de 1,7.

Ubicación propicia

Según explica la patronal de las petroleras, de cada euro de gasóleo que paga el consumidor el 33% corresponde estrictamente al coste del combustible al por mayor, el 13% son costes de distribución (personal, surtidores, tanques...) y el 2% es el margen bruto mayorista. El 52%restante son impuestos. En cuanto a la gasolina, el coste de esta es del 27,5% y el de los impuestos, el 58,5%.

Además de beneficiarse de la desaparición del céntimo sanitario o tramo autonómico del IVDMH, los conductores que repostan en las estaciones de servicio de Castilla y León tienen la ventaja de la ubicación de la comunidad autónoma, bien situada entre las refinerías de petróleo que hay en Vizcaya y La Coruña, que ejercen una influencia positiva a la hora de abaratar los costes de logística.