«Nuestro objetivo último es estar en todos los países»

Grupo Matarromera ha procedido recientemente a la reordenación de su actividad dentro de esta agrupación de empresas de carácter familiar. Ha sido, así lo ha indicado el presidente de este holding, Carlos Moro, una forma de acomodar las distintas compañías surgidas a lo largo de la evolución de esta agrupación empresarial, muchas de ellas creadas a finales de la pasada centuria, a la realidad del siglo XXI.

Moro indicó de esta forma cómo el grupo se encuentra formado ahora por compañías que operan en un total de nueve líneas de negocio desde la tradicional, relacionada con el cultivo y la explotación de viñedos y olivares, hasta la generación de energía con medios limpios y renovables. Y en medio, la producción de vino, de aceite, la gestión de nueve bodegas, la elaboración de brandy y bebidas espirituosas, el desarrollo del área de cosmética, los complementos alimenticios o el turismo.

Moro califica la palabra grupo de «grandilocuente, ya que en nada refleja lo que somos: pequeñas empresas que comparten sinergias», aseguró. Pero admite que el objetivo común es el de continuar con la tradición y conseguir transmitir la ilusión a la próxima generación de empresarios sin olvidar la sensibilidad hacia la agricultura y la sostenibilidad, «por eso somos una de las primeras empresas, la primera del sector del vino, que mantiene el cuidado y el control sobre su huella hídrica y de carbono», apuntó el empresario.

160 trabajadores fijos

Matarromera suma en la actualidad una plantilla de 160 trabajadores que disfrutan de un contrato indefinido a los que se suman en torno a 90 empleos temporales y con una actividad económica que permite la creación de otros 60 empleos indirectos. El presidente de esta agrupación admitió que, en más de una ocasión, han renunciado a un crecimiento más agudo a cambio de mejorar en los procesos, de asegurar la eficiencia y de mejorar en la excelencia del producto. Y aún así, la facturación, que era de 16,7 millones de euros en el año 2011 pasó a 18 millones de euros en 2012 y se elevó hasta los 18,6 millones un año más tarde. En 2014, el grupo calcula que ha facturado 19,5 millones de euros y su previsión es que este año 2015 el negocio alcance la cifra de 21,5 millones, expuso Carlos Moro. «Podríamos haber crecido más, pero buscamos sobre todo criterios de excelencia», aseguró.

Reorganización

Las bodegas se han dividido en tres áreas, la primera, bajo el nombre de vinos de familia, acoge la bodega familiar inicial del negocio y también la nueva de la denominación de origen Rioja, un activo bancario adquirido precisamente a Popular en una operación en la que Moro agradeció la participación y facilidades encontradas en el director territorial Noroeste y subdirector general del banco, Antonio Pérez. «Cada día vivimos la dicotomía entre extenderse o especializarnos.

Nuestro criterio es tener un amplio espectro de oferta», dijo. Moro señaló por último que en la estrategia y la filosofía de la empresa son trascendentes el factor humano y la búsqueda de la excelencia.