Alcaraz corrige la temporada

«Para mí, significa mucho este título, porque significa que he superado los problemas de mi cabeza y muchos problemas físicos. Esto ha sido muy especial y no porque no haya ganado un título desde Wimbledon. Se trata de sentimientos, de disfrutar cuando esté en la pista. Eso es lo único que cuenta. Me he encontrado a mí mismo», desgranó Alcaraz.

Porque Indian Wells va más allá de los títulos. Es, por resultados, el mejor torneo de su carrera, donde se siente más cómodo. Nunca se ha ido del desierto de California sin al menos un triunfo, incluso en 2021 cuando debutó con una invitación, y en los últimos tres años acumula un parcial de 16-1, con doce victorias consecutivas.

Pese a llegar a rebufo de Novak Djokovic y de Jannik Sinner en las quinielas, Alcaraz los acalló a todos. Especialmente dolorosa era la comparación con el italiano, su rival generacional. Sinner le venció en sus dos últimos enfrentamientos, en Miami y Pekín 2023, y llegaba como campeón de la Copa Davis, ganador de su primer Grand Slam en Australia y reciente vencedor en Róterdam. Su inicio de temporada era de 16-0, uno de los mejores de la historia.

La comparación con un Alcaraz en horas bajas era inevitable. El murciano no ganaba un trofeo desde Wimbledon y no jugaba una final desde Cincinnati, en agosto, mientras su némesis por edad por fin mostraba la brillantez que había despuntado desde 2019. Tras su primer enfrentamiento, en un Challenger en Alicante en 2019, el murciano siempre llevó la delantera en grandes logros. Siendo casi dos años menor, Alcaraz ganó más joven un primer título, un Masters 1.000, un Grand Slam y un triunfo ante un 'top 5', además del número uno del mundo, galardón que aún falta en la vitrina de Sinner.

Mientras se diluían las comparaciones con Djokovic, quien por edad acabará yéndose antes de la rivalidad, crecía la lucha con Sinner y el duelo de semifinales fue clave. De haberlo perdido Alcaraz, sobre todo tras lo deslucido del 1-6 del primer parcial, hubiera sido sometido a un escrutinio brutal.

«Estoy muy feliz de haber jugado muy bien aquí. Este sitio es muy especial para mí y he aprendido que puedes superar todos los problemas que tengas. Si crees en ti mismo, tienes buena gente a tu alrededor y trabajas duro, puedes conseguirlo todo», apuntó Alcaraz, que redujo a 920 puntos la distancia con Djokovic por el número uno del mundo y dejó en 735 la ventaja sobre Sinner, una vez descontados los puntos de Miami, que comienza esta semana.

Aquí se abre otra ventana de revancha, porque Sinner venció el año pasado a Alcaraz en semifinales, y evitó que el español revalidara su título en Miami.

El segundo Masters 1.000 de la temporada despide el cemento hasta agosto y da pie a la gira más abultada de Alcaraz, con los torneos de Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma en un espacio de apenas dos meses, culminados por Roland Garros, la gran cuenta pendiente del murciano, además de Wimbledon y los Juegos Olímpicos. Todo esto se concentra antes de finales de agosto. Si Alcaraz necesitaba estar a su máximo es en este momento y, tras lo visto en Indian Wells, parece que lo ha conseguido. Ahora solo falta mantenerlo.