Pasan unos minutos de las ocho y Miguel Indurain aparta el café de la mañana para asesorar a Martín Fiz sobre los desarrollos que debe utilizar en cada momento cuando se suba a la bicicleta. A esa hora el vitoriano ya se ha hecho sus ... cuentas y sabe que el Desafío organizado por el Banco Santander puede decidirse por un diente más o menos, una curva mal tomada o un bordillo atravesado.
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– «Si Miguel no me saca más de 8 minutos en bicicleta,...».
Aún no han salido del hotel pero al vitoriano se le nota más inquieto. Seguramente más que aquella mañana de agosto de 1995 en Goteborg, cuando abrió una puerta prohibida hasta entonces para el atletismo español al coronarse campeón del mundo de maratón con 27 grados a la sombra. «Me da miedo caerme de la bicicleta», espeta, como quien desconfía de lo desconocido. Si no mediara otro reto más apasionante para él a la vuelta de a esquina, su cita con Indurain (56 ños) no pasaría de un mero trámite, pero a Martín (57) le espera mañana sábado en Madeira el Campeonato de Europa de veteranos de media maratón. Concretamente el podio si nada se tuerce. «Si estoy en 1 hora 12 minutos, seguro», asiente Fiz, que se mantiene en el mismo peso que hace 25 años (54 kilos).
Miguel y Martín, Martín y Miguel, son TASC: Talluditos aunque sobradamente competitivos.
Mientras velan armas en la calle Constitución en medio de un gran revuelo, ninguno de los dos esquiva la foto –han sustituido al autógrafo que se estilaba en los años 90 cuando dominaban el mundo– que reclaman los nostálgicos. En ese instante, la añoranza le trae un recuerdo a Miguel. El día que debutó en la Vuelta a España que nunca ganó.
– «Yo ya vine a Valladolid en el prólogo de la Vuelta del 85».
¡35 años han pasado de aquella crono! Casi nada. Tenía 21 el futuro ganador de cinco Tours de Francia y hacía ya nueve que no se ponía las zapatillas de correr. «Yo había corrido de crío, con 12 o 13 años, pero desde entonces no había vuelto a correr», recuerda el navarro, que durante las últimas semanas ha preparado a fondo en compañía de su hijo la edición 2020 de la Titan Desert que desde el próximo lunes se adentra en el Cabo de Gata sobre un circuito de cinco etapas y 428 kilómetros en mountain bike.
Aunque uno no lo quiera para sí, los años pasan para todos, y si encontramos ejemplos a cada momento, también el paso de Indurain y Martín Fiz por Valladolid dejó unos cuantos. Aunque a más de uno le pareció antesdeayer, son ya 25 los años que han pasado desde que el campeón navarro paseara por los Campos Elíseos su quinta Tour de Francia y los mismos desde que Martín Fiz se proclamara campeón del mundo de maratón, una disciplina hasta entonces marginada en nuestro país.
No es extraño, por lo tanto, que la media de edad de los seguidores y curiosos que se acercaron a disfrutar del Desafío Santander superara los 50 años, como tampoco que algunos de los jóvenes que se asomaron lo hicieran con cara de extrañeza y desconocimiento. Muchos fueron, sin embargo, los que se acercaron para recordar viejos tiempos y lo mucho que les hicieron disfrutar delante del televisor. Algunos fans tan incondicionales como Emma Pérez, policía municipal de profesión, que pudo conseguir que Indurain le firmara una foto que se hicieron juntos en la Marcha cicloturista de Potes en 2018. O Paulino Tejero, que recordaba a un Indurain aún imberbe correteando en las Delicias en el Trofeo Virgen del Carmen.
No fueron los únicos. También los trabajadores del Banco Santander, en su nueva sede como Work Café en la calle Constitución, guardarán como oro en paño la instantánea que se hicieron con el campeón navarro... 25 años después de su última gesta.
Sin rastro de la espada en su caso ni de las Nike Vaporfly en el de Fiz, ambos se suben optimistas a la bicicleta. Pinarello para Indurain, Orbea para Fiz.
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– «¡Esperamos llegar pronto!», exclama el navarro frente a los paneles que marcan la cantidad inicial, 8.500 euros, de la que se descuentan 50 euros por cada minuto que pase sin entrar en la línea de meta. Cada golpe de pedal y zancada responden a una causa benéfica.
Con 21 años pero también con 56, la lucha contra el reloj siempre ha sido territorio Indurain y esta vez, con el atasco del paseo Isabel La Católica como testigo, no iba a ser menos. Miguel apretó los dientes en las tres primeras vueltas (5.208 metros cada una) y sacó una media cercana a los 40 kms/h para alejar a Martín a 5:30... pero en la cuarta y última le sobrevino un contratiempo inesperado. Aquel café de la mañana.
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– «Me ha venido el flato», confiesa ya en línea de meta.
Cuando termina el primer segmento, Fiz le debe al reloj 6:48. Nada que no pueda enderezar en el Campo Grande, piensa. Miguel le mira cómplice y sonríe: «Ahora que lo pienso, tú no me has dado indicaciones en el desayuno de cómo debo correr».
Esta vez el crono le hace un guiño al vitoriano, que se sabe ganador. Dejará que salga primero Indurain y con 6:48 dará la salida a Fiz.
«Me da mucho respeto doblarlo», había dejado dicho el día anterior. No lo cumple, y el excampeón del Mundo de maratón aquella tarde en Goteborg le hace besar la lona a Miguel. Igual que sucedió en 1985, también en Valladolid, en el prólogo con el que debutó en una Vuelta a España. Aquel día fue segundo por detrás del malogrado Oosterbosch.
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35 años después repitió puesto a la sombra de un Martín Fiz que completó los 5 kilómetros en 18:13 por los 25:08 que marcó Miguel a su paso por línea de meta. Siete segundos entre dos leyendas que dejaron a su paso dos cheques de 5.750 y 5.700 euros en favor de Down Valladolid y el Centro San Juan de Dios.
La apuesta por la movilidad sostenible y la movilidad saludable. Esta idea es la que destacó Óscar Puente, alcalde de Valladolid, en su intervención de agradecimiento tanto a Miguel Indurain como a Martín Fiz por participar en el Desafío Santander por las principales calles de la capital, una iniciativa que transcurrió en su primer segmento por la red de carriles bici. «Para nosotros es muy importante que el desafío tiene lugar totalmente en la red de carriles bici de la ciudad. Aplaudo el gesto del Banco de Santander en esta apuesta por la movilidad sostenible y por la movilidad saludable», resaltó Puente en su saludo de una iniciativa que partió en la calle Constitución, una zona peatonalizada que forma parte de la transformación del espacio por la que está apostando el Ayuntamiento de Valladolid.
Precisamente ambos deportistas, tanto Indurain como Martín Fiz coincidieron en resaltar la importancia del deporte en la sociedad y el uso de los carriles bici, justo el medio que utilizaron para realizar tanto la prueba en bicicleta como la carrera. «Es un bonito reencuentro de Indurain, aquí debutó como profesional, en un momento en el que todo el mundo está intentando concienciarse de la necesidad de hacer de hábitos de vida saludables y de formas de movilidad más snaas y más limpias», apuntó el regidor.
El circuito elegido por el ciclista y el atleta es un ejemplo de las actuaciones municipales para incentivar el uso de la bicicleta. Las medidas de movilidad que el Ayuntamiento de Valladolid está realizando incluye la creación de 33 kilómetros de carriles bici, la mayoría de uso exclusivo. Nueve kilómetros ya están concluidos y el resto continuará ejecutándose de forma progresiva. La covid-19 ha acelerado los planes de Valladolid para crear un uso del espacio acorde a las circunstancias actuales.
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