El VRAC da otra muestra de poderío para terminar el año como líder invicto

Ya en los primeros minutos de la contienda se encargó Perotti de hacer bueno el empuje de sus compañeros de delantera con un ensayo cerca de los palos que transformó Taibo. Fue el primer aviso del buen hacer de una escuadra pucelana que quiso eliminar cualquier atisbo de suspense sobre el vencedor final. Buena culpa de ello tuvo la bisagra formada por Perotti y Hollingsworth.

El medio de melé argentino y el apertura británico se entienden por medio del idioma universal del rugby como si llevasen siglos juntos. Su complicidad y su capacidad para sacar lo mejor de sus compañeros de equipo fue un quebradero de cabeza constante para un Cisneros sometido y, por momentos, aturdido. Como en el error que permitió el 0-14 en un apoyo en corto tras un agrupamiento en mitad del campo que terminó en manos del propio Hollingsworth. El talentoso jugador de Birmingham aprovechó el regalo de la mejor forma que supo a través de una carrera en solitario que permitió abrir brecha en un encuentro con una lucha muy desigual.

Ni siquiera la marca de Antozzi casi a renglón seguido, fruto de la casta y la buena labor del pack entrenado por Valentín Telleriarte, supuso alivio alguno para un cuadro madrileño siempre a remolque del VRAC, que aguardó la llegada de la segunda mitad para asestar tres nuevos zarpazos para terminar de decidir el partido. El primero lo firmó Miejimolle después de un saque de touch que dio pie al avance palmo a palmo del conjunto vallisoletano hasta que el talonador marbellí posó el balón detrás de la zona de marca por pura inercia.

Casi media hora se hizo esperar el 10-26, nacido tras otra touch, en este caso llevada con mimo al eje, en la que Gavidi fijó la cortina de placajes, Fran del Pino abrió el hueco en mitad del despiste del Cisneros y Gonzalo Domínguez entró a placer gracias a su capacidad para seguir de cerca la acción. Aún hubo tiempo, casi en la última acción del enfrentamiento, para ampliar la distancia en el tanteador merced a un trenecito por el flanco izquierdo que catapultó la carrera de Teo Marcos con dos fintas que volvieron a romper una defensa ya de por sí endeble para beneficio de Álex Pérez. Tres fogonazos para plasmar la superioridad de un VRAC Quesos Entrepinares que duerme con la satisfacción de ser un líder capaz de vencer y convencer.