El Salvador sufre en exceso para doblegar a Les Abelles

Cumplió El Salvador en su compromiso ante Les Abelles, sufriendo en el tramo final por el resultado y también por uno de sus jugadores, Martin de Toit que acabó en el hospital con pronóstico grave. Lo hizo, con bastante más suspense del previsto, el quince de Álvaro Gorostiza para sumar una nueva victoria en su camino a la cima ante un colista que solamente ha logrado un triunfo en lo que va de temporada, en Sant Boi de Llobregat y por la mínima. Una gesta que este domingo no tuvieron forma de repetir los discípulos de Guillermo Ahuir en un choque muy igualado. Tanto que en los compases finales Lucas Martín dispuso de una patada para lograr el empate en mitad de una avalancha ofensiva del conjunto valenciano.

Precisamente por cómo discurrió el epílogo del encuentro hay que dar valor a los puntos logrados en el inicio por Santi Ortega, transformando un golpe de castigo de fácil conversión para colocar la primera ventaja en el tanteador. Sin embargo, El Salvador planteó una propuesta demasiado conservadora en la que cedió el balón y los espacios a un Les Abelles muy hambriento, como se puso de manifiesto en el ensayo inicial logrado tras una torreta con ruedas formada gracias a un saque de banda en la zona de cinco metros (7-3, min. 18).

Necesitó tiempo para coger sensaciones la formación chamiza, que encontró la respuesta en un error en la salida del oval por parte de la defensa del cuadro valenciano. Santi Ortega dando comienzo a la primera oleada y Du Plooy percutiendo sobre unos placadores despistados marcaron la diferencia.

Fue el inicio de los mejores minutos de la escuadra vallisoletana, que volvió a pecar de inocente y confiada. Cerca del descanso, el dominio territorial de los discípulos de Álvaro Gorostiza era total, aunque sin conseguir zarandear a Les Abelles, muy cómodo con su acordeón defensivo extendido al completo. Fue así como llegó un error garrafal en el juego a la mano de Torres que permitió a Ellero robar la pelota en el intervalo y propiciar un contragolpe sin oposición que culminó Papa (14-10, min. 38). Desde ahí hasta el intermedio, El Salvador trató de recuperar el mando en el marcador con una sucesión de cargas y ventajas no culminadas. Sí lo consiguió en la reanudación con una melé a cinco metros en la que Diego González levantó la pelota para portarla detrás de los palos del equipo anfitrión.

Con tiempo y fuerzas por delante, los jugadores de Guillermo Ahuir siguieron porfiando con un hombre más tras la expulsión de Faofo para lograr una machada que tuvieron especialmente cerca cuando Lucas Martín marró un puntapié de castigo en posición centrada cerca de la línea de veintidós metros. Una seria advertencia para El Salvador, demasiado aficionado a tener desconexiones que se terminan pagando.

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