El Salvador prosigue su buena dinámica con victoria en Pozuelo

Muy pronto metió la directa El Salvador, pese a la amonestación a Víctor Sánchez, con una larga sucesión de fases que resolvió por las bravas Du Plooy. El gigante sudafricano aprovechó la cápsula formada por los delanteros rivales bajo los palos para sorprender con una percusión a ras de suelo que habilitó el 0-7 inicial después del puntapié anotado por Santi Ortega. Tampoco se hizo esperar el primer error defensivo de un quince capaz de lo mejor y de lo peor casi al mismo tiempo. Un fallo que castigó con el pie Miguel Ibáñez pese al fuerte viento que azotó Pozuelo.

Entró entonces el choque en una fase de letargo muy propia de la hora a la que se disputó un encuentro en el que Santi Ortega volvió a poner tierra de por medio para sus compañeros después de un fuera de juego del quince pozuelero y de la amonestación a Faaofo en otro despiste. Aún hubo tiempo antes del descanso para un intercambio de golpes con sustancia. Lo logró primero la formación chamiza con una acción coral que arrancó en la derecha y rubricó Julio Sanz junto al banderín izquierdo. Poco después fueron los delanteros de Miky Puerta quienes dieron continuidad a la melé a través de un maul para acampar en la zona de ensayo en el lance previo al descanso (8-17).

Una tónica de juego abierto que se mantuvo en la segunda mitad para beneficio de un Chami que llegó a obtener el bonus ofensivo ya cerca del pitido final. Previo a ello, Torres deshizo la cortina defensiva trazada por el Pozuelo para regalar a Wesell-Bell su habitual muesca de todos los días. Una entrada por la puerta grande que encontró continuidad en una touch sobre la que El Salvador montó una plataforma de acceso para Romanos en la mayor ventaja obtenida (11-29, min. 73). Trató de sacudirse la presión De la Rubia ya casi en mitad de la noche madrileña con una pillería de la que fue cómplice en el apoyo de Rodri Del Campo con el objetivo de introducir un ápice de suspense en una película sobre la que Santa Cruz puso los créditos. El tercera línea español vive un momento dulce en plena madurez y ayer volvió a exprimir su talento para obtener uno de esos premios que solo alcanza su verdadera importancia a final de temporada.