El Salvador ofrece su peor versión y naufraga ante un poderoso Alcobendas

Sin energía ni ideas, los jugadores del equipo vallisoletano fueron de más a menos hasta convertirse en una suerte de fantasmas deambulando por el rectángulo de juego. Tampoco ayudó la expulsión de Diego González, mediado el segundo acto, que condicionó de forma notable el desenlace de un envite que puede marcar la suerte de la temporada.

Quiso madrugar el cuadro chamizo para adelantarse en el tanteador con una patada centrada, pero muy lejana que acertó a pasar Santi Ortega. Fue la primera de varias indisciplinas cometidas por un Alcobendas penalizado de nuevo por la pierna del apertura argentino en el 0-6, instantes previos a fallar, de forma incomprensible, un golpe de castigo en el eje de la línea de veintidós. No fue el único desliz con el pie de los jugadores del conjunto colegial, como demostró Torres en un intento de salida de presión muy precipitado que bloqueó Pichardie antes de ganar la carrera a los tres cuartos en un desajuste colectivo de consecuencias letales para El Salvador (7-6, min. 22).

Más aún cuando el Silicius Alcobendas Rugby olió sangre y volvió a la carga con el protagonismo del internacional en la tercera línea del combinado español. Lo hizo en una jugada coral, que arrancó en el flanco derecho y terminó en el izquierdo Vidal apurando su potencia. Aún hubo tiempo, antes del descanso, para una jugada de laboratorio preparada por los delanteros del cuadro blanquinegro en la zona de cinco metros, con la que acortó distancias el cuadro dirigido por Álvaro Gorostiza.

Tampoco en la reanudación levantó el pie del acelerador la escuadra de Javier Garrido. Sacó puntos de cada incursión en campo contrario un Alcobendas que marcó distancias con un puntapié de Cittadini. Después Roy Lura encontró la colaboración de Julio Sanz en una salida de melé desfavorable para situar un peligroso 27-13 en el marcador.

No conforme con el castigo infligido, la formación alcobendense volvió a la carga en su búsqueda incesante del bonus ofensivo. Lo hizo tras otro despiste en el juego a la mano en El Salvador. No se entendieron Wessel Bell y Du Plooy y facilitaron a los anfitriones un saque de touch en el que demostraron tener las ideas muy claras. Con un inapelable repertorio de cruces y pases después de fijar al placador en una acción de vértigo, Roy Lura y Xabi Martín se aliaron en el lado abierto para que el galgo rosarino coronase su segundo entorchado en el cierre de una mañana aciaga para el equipo chamizo.