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Juan Carlos Pérez y Diego Merino se saludan en 2014 en la presentación de la semifinal de los 'play off' por el titulo de la Liga de la Division de Honor de rugby en la que se enfrentaron ambos equipos.
¿El objetivo de los entrenadores del VRAC y de El Salvador?: limitar la ansiedad

¿El objetivo de los entrenadores del VRAC y de El Salvador?: limitar la ansiedad

Los dos técnicos trabajan para reducir al máximo la extramotivación que produce en los jugadores toda la expectación creada alrededor de la final

CHENCHO ALONSO

Jueves, 14 de abril 2016, 20:59

Juan Carlos Pérez, entrenador del SilverStorm El Salvador y Diego Merino, técnico del VRAC Quesos Entrepinares coinciden en que no están ante un partido más. Ambos entrenan estos días sin cambios en la rutina de entrenamientos que se desarrollan para un partido cualquiera, pero con la salvedad de que todo lo que rodea al próximo derbi por el título de Copa del Rey se ha maximizado hasta límites que ninguno de los dos podían sospechar y su mayor preocupación, más allá de estados físicos o estrategias para ganar el partido, se centra en ser capaces de reducir la ansiedad y los nervios que todo este ambiente puede provocar en sus jugadores.

Tanto Merino como Pérez pronunciaron la misma frase: «Que la semana sea lo más normal posible». El técnico del 'Chami' es consciente del extra de motivación que tienen los jugadores para este partido por eso van a seguir con «la misma rutina y misma planificación a excepción del entrenamiento que hemos hecho en Zorrilla». Misma filosofía la del entrenador del VRAC que apunta que «ya es demasiado especial el partido como para que nosotros lo hagamos más y no vamos a descentrar al equipo».

Los dos creen que sus equipos llegan en un gran momento. Merino alaba el estado de los suyos:«Los jugadores llegan preparados física y mentalmente. Es cierto que empezamos muy bien la temporada y hemos estado teniendo altibajos en el juego pero los jugadores están preparados». A Juan Carlos Pérez le da un plus de confianza haberse asegurado la segunda plaza y advierte del buen momento de los suyos: «Llegamos muy bien de forma física, sin lesiones y jugando un buen rugby».

Escenario novedoso y cero favoritismos

Jugar en Zorrilla no les despista pero su mayor temor se centra en la expectación que se ha creado. Para el chamizo es «un escenario único» y pretende «reducir al máximo los errores de ansiedad» aunque está convencido de que a sus chicos «no les va a poder la presión». El quesero, por su parte, sabe que «todo lo novedoso trae consigo una pequeña preocupación pero esperamos estar preparados y evitar que les traicionen los nervios».

Ninguno se moja a la hora de designar un favorito para levantar la copa que entregará al capitán el Rey Felipe VI. Ambos saben que en una final «se iguala todo» y presupuestos, rachas y partidos anteriores quedan al margen. Merino se acuerda del último derbi en el que sus chicos cayeron derrotados: «Si nos basamos en datos nosotros estamos por delante pero en el último partido nos ganaron. Los dos estamos ahí por méritos propios y puede pasar cualquier cosa».

Así llegan los dos equipos. Convencidos de sus armas y de poder llevarse el gato al agua. Con la mayor cautela, ninguno renuncia a nada y ponen las espadas en todo lo alto para este derbi que no será un derbi más. Será 'El Derbi'.

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