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Haru Nakayama.
El talonador eterno
Rugby

El talonador eterno

Haru Nakayama, a sus 44 años, volvió a ser alineado como titular por el Quesos Entrepinares ante el Gernika

V. Borda

Martes, 28 de octubre 2014, 11:24

Aún luce en su rostro las heridas de la batalla que protagonizó junto al resto de sus compañeros el pasado sábado en Urbieta, el feudo del Gernika. Haru Nakayama, el eterno talonador del Quesos Entrepinares, volvió a ser titular a sus 44 años. La convocatoria de Pablo Miejimolle por la selección española sub-19 y la lesión de Steve Barnes han obligado a echar mano de este histórico del VRAC. El rugby es su droga. Entrena como el que más. A su edad, cuida de manera meticulosa su preparación física. Sabe que lo necesita para aguantar el ritmo y las acometidas de jugadores más jóvenes. Ese es el secreto de su longevidad deportiva, trabajar más y mejor que nadie.

Nakayama asegura que su titularidad en tierras vascas era algo que deseaba mucho: «Al final entrenas y te esfuerzas por competir. Tengo ya una edad, es cierto, pero trabajo para aguantar cada partido ese cuerpo a cuerpo en que consiste el rugby».

Del partido en Gernika, el talonador quesero destaca «el buen tiempo que hacía, con una temperatura de 22 grados. Descubrí por fin que el campo tenía césped (risas), pues siempre que había actuado allí lo había hecho sobre un barrizal. Solía ser un poema jugar por el barro y por la delantera tan grande que tenía el Gernika. Ahora no emplean un juego tan paquetero como antes. Que haya más ritmo nos viene mejor. Fuimos el sábado a por la victoria y el punto bonus, pero solo sacamos lo primero. El triunfo nunca estuvo en peligro».

Recuerda la última vez que salió de titular con el primer equipo quesero: «Fue en el último partido de la liga regular de la temporada pasada frente al Ciencias. Me tocó jugar por las rotaciones y porque Diego Merino quiso premiar con minutos a los jugadores menos habituales. Ya estaba todo decidido. Mi último encuentro a cara de perro como titular fue la final de Copa del Rey contra El Salvador en Villajoyosa, en 2011, un encuentro del que guardo un malísimo recuerdo por la derrota que sufrimos».

Sabe que las lesiones e internacionalidades de sus compañeros le han permitido cumplir su deseo de ser de nuevo titular. «Soy el postre, el tercer plato. A nadie le gusta jugar por la lesión de un compañero, pero te toca y lo haces encantado. Salté al campo del Gernika con la misma ilusión que un juvenil. Presumo que me volverá a tocar ser titular el próximo fin de semana frente al Hernani», explica Nakayama.

«Nunca había conseguido ganar al Gernika en su feudo y, si juego en Hernani, será la primera vez que lo haga en aquel campo», subraya.

Este año ya había disfrutado de sesenta minutos en Vigo debido a una lesión de Miejimolle y había tenido unos minutos en los partidos frente al Bathco y el CRCPozuelo. «He jugado con el primer equipo más en lo que va de esta temporada que en los tres años anteriores», resalta.

El secreto de su éxito está en la preparación. «Entreno con el primer equipo y, si no voy convocado con ellos, juego el fin de semana con el equipo de regional o con el División de Honor B. Juego al rugby con el que me deje», bromea.

«La doctora Raquel Blasco, del Centro Regional de Medicina Deportiva, me ve cada tres o cuatro meses. Ella me supervisa la suplementación, las proteínas, las vitaminas y todo lo necesario para que pueda recuperarme bien de los esfuerzos», destaca el jugador quesero.

Su semana de trabajo es intensa. Acude a las cuatro sesiones de entrenamiento con el primer equipo. A ello suma tres jornadas de trabajo con pesas. «Si no tengo el partido el fin de semana, salgo a correr. Algún compañero de equipo me ha encontrado corriendo a horas intempestivas por Valladolid. Pero todo este esfuerzo merece la pena y tiene su recompensa, jugar de titular contra el Gernika», señala con emoción el eterno talonador del VRAC

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