Roberto Carranza da su primer paso para lograr volver a correr el Dakar

La pena es que su test no tuvo lugar en las mejores condiciones. El circuito turolense de Masía Perlada no presentaba un buen estado por culpa del barro causado por las fuertes lluvias caídas en la zona. Pero al mal tiempo, buena cara. El equipo francés puso a su disposición tres vehículos con los que había tomado parte en la última edición del Dakar, celebrada por segundo año en Arabia Saudí.

En concreto, el piloto vallisoletano se subió a un buggy 4x2 con un motor V8 de 6.000 centímetros cúbicos y nada menos que 450 caballos de potencia. Además probó un 4x4, con un motor BMW V6 de 350 caballos. La experiencia, pese a las condiciones climatológicas, fue muy positiva para Roberto Carranza y su copiloto.

«Rodamos con dos coches durante unas tres horas. Primero probamos un 4x4. Las primeras vueltas fui tranquilo, pues llevaba un año sin subirme a un coche de competición. En las zonas rápidas iba como un misil. Me encantó el coche, sobre todo por su estabilidad», explica.

También pilotó un buggy, «un vehículo de grandes dimensiones. Una auténtica pasada conducirlo. Resulta más difícil de llevar porque es tracción trasera. Pero cuenta con unas ruedas tan grandes que parece que no existen los baches. Me gustó mucho el buggy. Es el coche prototípico del Dakar. Me costó un poco hacerme a él por tema de la tracción en un trazado embarrado, pero terminé por cogerle el tranquillo».

Roberto Carranza se ha comprometido con Sodicars Racing para realizar un segundo test, este en seco. Sería después del Rally de Andalucía, que se celebra a mediados de mayo. «No está decidido aún que vayamos a ir con este equipo al próximo Dakar. Todo va a depender del presupuesto y del dinero que pueda poner. Es una buena opción, pero tenemos que cuadrar los números. Sodicars tiene la ventaja de que son franceses, conocen la prueba, que es francesa, y tienen relación estrecha con la organización. Por algo llevan 15 años corriéndola», comenta el piloto.

Reconoce que no será fácil regresar dos años después a Arabia Saudí. «El tema de los patrocinios está mal, pero cuento con tres o cuatro empresas que me animan a que lo intente y que pueda participar en la edición del año próximo del Dakar», concluye.