Marc Márquez, sobre el circuito de Montmeló.
Motogp

Rossi gana y da un respiro a la tensión con Márquez

Jorge Lorenzo pierde el liderato tras ser embestido por Iannone.

BORJA GONZÁLEZ

Domingo, 5 de junio 2016, 02:04

El MotoGP de 2016 comenzó con carreras poco competidas pero con muchos incidentes, tensión, fallos, caídas, problemas mecánicos, influencia de los nuevos neumáticos Mugello continuó esa línea aunque, por fin, dejó un final emocionante como pocos, con una prueba decidida sobre la misma línea de meta a favor de Jorge Lorenzo, que desnudó todas las carencias de motor de la Honda de Marc Márquez. En Montmeló volvió a vivirse una carrera de alto voltaje, con un desenlace que no aguantó hasta la última vuelta, pero que ofreció el primer duelo serio entre Valentino Rossi y Marc Márquez después del incidente de Sepang. Y volvió a vivirse una carrera con extras, en lo deportivo la caída y pérdida de liderato de Lorenzo, en lo extra deportivo el primer gesto amable entre Rossi y Márquez.

Publicidad

Todo bajo la alargada sombra de Luis Salom, homenajeado por los pilotos en el final de la prueba. Rossi volvió a ganar, por segunda vez en el año, de nuevo en una prueba presidida por las altas temperaturas, unas condiciones que, como en Jerez, fue el que mejor supo interpretar. De nuevo apareció el piloto de domingos, ese que es capaz de dar la vuelta a una situación complicada con cambios en la puesta a punto pensados en la tarde de un sábado y puestos a prueba en la mañana del domingo. El italiano salió mal, empezó poco a poco a remontar y a escaparse de sus rivales, para quedarse solo con Márquez. Un duelo con seis adelantamientos, en los que había que aguantar la respiración como cada vez que estos dos pilotos se encuentran en la pista. Rossi supo entender las debilidades del de Honda para terminar abriendo un hueco suficiente para anotarse su décimo triunfo en el trazado catalán. «Ha sido una pelea muy bonita, me ha gustado: la pongo al nivel de aquella contra Lorenzo del 2009, explicó el italiano, que con esto consigue mejorar su situación en la general. Cuando me ha superado he visto que también él estaba en dificultades con los neumáticos, he logrado volver a pasarle y dejarle. Es siempre una satisfacción batir a Marc».

De nuevo Márquez sacó lo máximo que tuvo a su alcance, esta vez un segundo puesto que le devuelve el liderato, un dato más que reseñable viendo los problemas de los que sigue adoleciendo su Honda, una moto que tendrá una prueba importante este lunes en el segundo test conjunto del año de MotoGP. Aunque la plástica de la pelea entre los dos pilotos quedó superada por los gestos, en un momento para el Mundial de Motociclismo en el que los dos interpretaron que en la vida hay cosas más importantes que este tipo de conflictos. Rossi ofreció su mano a Márquez en el parque cerrado, en el que se encontraron los tres hombres del podio más el mejor piloto no de fábrica Pol Espargaró, quinto-; y el piloto español la aceptó. Después, durante la rueda de prensa, el italiano reconoció que sí que podía haber una reconciliación, un gesto de nuevo aceptado por Márquez con unas palmaditas en la espalda de su rival. Esto cuando antes era difícil hasta verles cruzar una mirada. «Es lo que había que hacer», explicó el de Yamaha. «Cuando suceden ciertas cosas, todo lo demás pierde importancia. Competimos en un deporte peligroso y debemos mantenernos más tranquilos, tener una actitud distinta ayuda».

«Ha sido un domingo difícil, pero a la vez bonito, porque hemos vivido a la vez la esencia de MotoGP, la familia de MotoGP recordando a Luis, todos los pilotos en la salida, teniendo todos algún detalle con él», comentó un emocionado Márquez, que terminó el fin de semana con diez puntos de ventaja en la general, en un año en el que está mostrando su cara más regular. «Esto ha sido muy importante. Además, la carrera y todo en sí ha provocado que otra vez me dé la mano con Valentino y esto para mí es algo que lo estaba esperando y lo estábamos buscando. Creo que ha sido el mejor fin de semana para hacerlo». El podio de Montmeló lo cerró Dani Pedrosa, que pudo gestionar bien un neumático más blando que el de casi todos sus rivales, y que aguantó los ataques de Maverick Viñales, que terminó cuarto. Entre los españoles también destacó, además del citado Espargaró, Álvaro Bautista, octavo con una moto, la Aprilia, que está aún lejos de sus competidoras.

La cara de la moneda fue esta vez para Lorenzo, con muchos problemas en carrera y que terminó por los suelos arrollado por Andrea Iannone, que ya fue el protagonista de una maniobra loca en Argentina, en aquella ocasión con su compañero Andrea Dovizioso como víctima. «Un piloto es consciente de los riesgos, pero también puede cometer un error, como le sucedió a Dani, pero ya cuando se hace más veces, entonces es que ya no es casualidad, es que ese piloto necesita cambiar», se lamentó el mallorquín, que pidió una sanción más ejemplarizante para el italiano que la que le impuso la Dirección de Carrera, salir el último en la parrilla de la próxima prueba que se disputará en Assen (Holanda). «Lo que peor me ha sentado personalmente es que después de levantarnos los dos, en vez de pedir perdón, de decir, Lo siento Jorge, ha sido mi culpa, aunque hubiese sido difícil de aceptar, porque en ese momento estaba caliente, me preguntaba constantemente si me había pasado algo en el motor o en la moto». Con esto Lorenzo suma su segundo cero del año, en un día en el que, no obstante, habría terminado muy lejos de sus dos rivales por el título.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad