El día que Colin Chapman revolucionó la Fórmula 1

En efecto, Chapman ha contactado con Mike Costin y Ken Duckworth, creadores de la firma Cosworth (no hace falta que les diga de donde viene el nombre). Costin ha trabajado en Lotus a finales de los cincuenta y Cosworth ha proporcionado a Lotus, entre otras marcas, motores para sus F2 y F3.

Lotus quiere un motor de 3 litros para un monoplaza muy especial, con el que espera marcar un antes y un después en la máxima categoría del automovilismo. Así promueve un acuerdo entre Ford y Cosworth, y el mismo con ambos. Ford suministra 100.000 libras esterlinas para el desarrollo de un V8 a 90º (un V 12 se ha descartado por tamaño y peso) realizado a partir de dos bloques de 4 cilindros. Es un motor muy compacto, de apenas 56 centímetros de largo y 67 de ancho, y 136 kilos.

Pero esto no es todo. El Cosworth DFV se diseña de forma conjunta con el Lotus 49, creado por Maurice Philippe con la supervisión directa de Chapman, y con la idea de que fuera sencillo, para no sumar complicaciones al proceso de puesta a punto de un motor inédito.

Philippe y Keith Duckworth pasarán mucho tiempo juntos ante el tablero de dibujo para crear primer monoplaza de F1 con motor portante. La célula monocasco del 49 termina en un panel vertical situado justo detrás del piloto, al tiempo que la pared vertical delantera del motor va atornillada directamente mediante cuatro espárragos a ese panel. Como curiosidad hay que señalar que las distancias entre los espárragos de fijación del bloque al monocasco estaban determinadas en función de las nalgas de Jim Clark: 23 centímetros.

Y es que, en realidad, el Lotus 49 estaba construido en torno a Jim Clark. Además, Ford impuso la entrada en el equipo de Graham Hill, muy unido a la marca en sus inicios y que había pilotado para Chapman hasta la temporada de 1959, tras la cual se fue a BRM, ruptura que nunca aceptó Colin.

El 2 de julio de 1967, en el Gran Premio de los Países Bajos, en el selectivo Zandvoort (4,1 kilómetros de trazado entre las dunas), hace su debut el Lotus 49 Ford-Cosworth. Hill obtiene la pole y en carrera Clark, con el chasis R2 que nunca ha probado, se impone al final de las 90 vueltas. Es el primer triunfo de un coche de leyenda (12 victorias) y de un motor que marcará la historia de la F1, con 155 victorias, la última con Alboreto al volante de un Tyrrell en el G.P de Detroit de 1985, además de doce títulos de pilotos y diez de constructores.