Fernando Alonso. Zoltan Balogh (Efe)
Opinión

Fernando Alonso, excluido de la lista en la que todos quieren estar

El asturiano se siente frustrado de ver cómo los cambios en el orden natural de la parrilla les ha pillado con el pie cambiado y su posibilidad de ganar otra vez se esfuma irremediablemente

David Sánchez de Castro

Madrid

Lunes, 22 de julio 2024, 13:22

No sin polémica por una gestión nefasta de su propio equipo, Oscar Piastri se convirtió este domingo en el 115º piloto que ganaba un gran premio de Fórmula 1. Lo hacía además en un circuito, el de Hungría, que ha visto varios estrenos de ... palmarés. Damon Hill en 1993, Fernando Alonso en 2003 o Esteban Ocon en 2021 ya habían precedido a un Piastri al que McLaren estuvo a punto de quitarle su ansiada primera victoria y que al final se la concedió con unas órdenes de equipo que Lando Norris, rechinando dientes, regaló.

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La llegada de McLaren a la cúspide de la parrilla por encima de Red Bull se debe a varios factores, y no solo técnicos. No se puede negar el crecimiento evolutivo de los de Woking, que han sabido paliar las carencias que tenían el año pasado, donde llegaron a rondar los últimos puestos, a una velocidad de vértigo para no solo asentarse en la zona alta sino coparla. Pero más allá, disponen de dos pilotos que, sin ser dos fuera de serie, sí cuentan con cualidades más que sobradas para conseguir victorias.

Esta es la gran diferencia que tienen con Red Bull, donde Checo Pérez es cada vez más 'Lento' Pérez y cada gran premio que pasa hace más difícil a su ejército de seguidores, bautizados como 'checoplanistas' por sus ansias en buscar conspiraciones donde no las hay, defender su continuidad. McLaren, como Mercedes o Ferrari, puede alternar sus estrategias de carrera y buscar maximizarlas para ganar. En Red Bull se tienen que rendir a lo que le salga a Max Verstappen, al que muchas veces necesitan controlar como si fuera un perro de presa mediante la voz calmada pero firme de su ingeniero, un Giampiero Lambiase que en Hungría se vistió con la túnica del Santo Job.

El equipo que no está ahí es Aston Martin. De ser la alternativa en 2023 y rozando la victoria como lo hicieron en Mónaco (eran intermedias…), ahora dan por bueno entrar en los puntos. Incluso tienen que tirar de órdenes de equipo por arañar uno o dos, con suerte, y esperar a que arriba fallen. No es lo esperado y la sensación de oportunidad perdida que se le ha escapado entre los dedos está empezando a afectar a Fernando Alonso.

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Y es que el dato, que siempre mata al relato, es demoledor. Desde el regreso de Alonso a la Fórmula 1 en 2021 con Alpine, como recordaba el periodista Javier Rubio en X, han ganado Ocon, Norris, Piastri, Leclerc, Sainz, Russell, Hamilton, Pérez y, por supuesto, Verstappen, el gran dominador en este periodo. Él, pese a quedarse cerca, no. Y esta es una frustración que ya no oculta. Después del undécimo puesto de Hungría, que cedió a su compañero en pos de la paz en el equipo y consciente de que un punto más o un punto menos no le va a cambiar gran cosa, era muy claro. «Me alegro mucho por él (por Oscar Piastri), se lo merecía. Un chico fantástico y un gran piloto. McLaren es el coche a batir desde hace unas carreras. La pena es que de tantos ganadores nosotros no estamos en esa lista ni cerca tampoco, así que tenemos que mejorar», admitía.

No es fácil estar ahora en la piel de Alonso. Aunque por edad debía estar retirado hace ya varios años, su continuidad en la Fórmula 1 le brinda oportunidades cada gran premio de demostrar que no es un piloto al uso. No es sencillo asumir que está rodando en una competición que dista mucho de la que hace 21 años le vio ganar por primera vez en Hungaroring, que incluso hay pilotos con los que ahora compiten que apenas levantaban dos palmos del suelo. De hecho, Piastri tenía poco menos de dos años aquel 24 de agosto en el que el asturiano hacía historia para el deporte español.

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La pieza que falta en Aston Martin

De manera implícita y explícita, Alonso está pidiendo a Aston Martin que se ponga las pilas. Y eso pasa por un fichaje imprescindible: Adrian Newey. En el paddock hay un runrún constante que apunta a una relación directa entre el bajón de prestaciones de Red Bull frente a sus rivales y el anuncio de que Newey no va a seguir con ellos la próxima temporada. Aunque oficialmente el británico ya hace años que es un colaborador externo, un requiebro formal para esquivar la normativa del límite presupuestario.

Ante un cambio normativo como el que se va a producir en 2026, tener a Newey vestido de verde haría multiplicar de manera exponencial las probabilidades de victoria en Aston Martin. Alonso lo sabe, Lawrence Stroll (el dueño) lo sabe, Red Bull lo sabe y hasta el aficionado más esporádico lo sabe. Ahora solo hay que convencer al Bernini de los ingenieros de la Fórmula 1.

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