Barreda aprieta los dientes para luchar por el Dakar

Y es que, como no podía ser de otra manera, la categoría de motos sigue siendo la que más abierta está. Después de que Sam Sunderland reconquistase el liderato el lunes, este martes pagó abrir pista y se dejó demasiado tiempo (más de 8 minutos con el vencedor de la etapa, 6 con su máximo rival en la clasificación), hasta el punto de que Matthias Walkner le arrebató la primera plaza.

El austriaco, ganador en 2018, quiere reeditar la gloria y para eso tendrá que correr con cabeza. Quizá por este motivo no atacó al máximo en la difícil jornada de Wadi Ad Wadasir, en un día en el que Nacho Cornejo conquistó su segunda victoria parcial en este raid. El buen hacer del chileno, que superó a Kevin Benavides en meta con casi minuto y medio, propició una nueva jornada de cambios, que confirmó a los que pueden ser los candidatos definitivos al título.

Entre Walkner, nuevo líder, y el sexto clasificado hay menos de once minutos. En esa posición está un Joan Barreda que está demostrando que a valentía no se le puede ganar. El dolor de la clavícula rota ha pasado a un segundo plano, y este martes entró 5º en meta a 2:10 de Cornejo, lo que le permite mantenerse en la terna. Y es que entre él y el siguiente clasificado ya hay un escalón. Lorenzo Santolino tuvo un mal día, tanto en la navegación como por las propias condiciones de la etapa debido al gran polvo que había en algunos sectores. El salmantino, que venía siendo un fijo en los puestos altos, fue 25º de la etapa a más de 11 minutos y medio, con lo que, aunque sigue en el 'top 10' (es séptimo), tiene más de 23 de desventaja con la cabeza de carrera. Aún le quedan días, pero tendrá que apretar los dientes. Como todos: si algo nos está demostrando este Dakar es que nadie puede confiarse.

La ventaja con la que Nasser Al-Attiyah afrontará las tres últimas etapas del Dakar invitan a pensar que no se le va a escapar. El catarí fue 3º en un día glorioso para el Toyota Gazoo Racing que, un día después de que Audi amagase con lograrlo, ellos sí culminaron un triplete de los que hacen época.

El vencedor fue todo un clásico del raid más duro del mundo. Giniel de Villiers, que está teniendo un Dakar para olvidar en términos generales, se reivindicó imponiéndose en el bucle de Wadi Ad Wasiri a su compañero (y al que muchos ven como su heredero natural) Henk Lategan por apenas 9 segundos. Cómodamente pudieron ganar a un Al-Attiyah que, tras protagonizar una bonita lucha física rueda a rueda con Sebastien Loeb, entró a 1:04 (se librará de abrir pista este miércoles) y, lo que es más relevante, con más de un minuto de ventaja sobre el francés. Afectado por un pinchazo que le hizo perder comba, Loeb fue 5º a 2:11 y le queda un día menos. «No nos queda mucho más que hacer, así que seguimos atacando. No estamos en posición de realizar cálculos, ya que nuestro retraso frente a Nasser es muy grande. Ya veremos al final», admitía el nonacampeón del mundo de rallies.

Justo tras él entró en meta Carlos Sainz. Sin tener un mal día, pero tampoco excepcionalmente bueno, el 'Matador' cedió a mitad de etapa unos pocos minutos clave que le hicieron descolgarse de la pelea por la etapa. El gran rendimiento de los Toyota hizo que fuera inviable siquiera pelear por ganar, pero al menos tuvo un día tranquilo. Como también lo tuvo Nani Roma, 10º de la jornada.

El Dakar ya está a sólo tres días de su conclusión. Tres días para que Nasser Al-Attiyah culmine la conquista de su cuarto Touareg, marcado sin discusión por lo ocurrido en la primera etapa, o bien para que Loeb logre una heroica remontada.