La vallisoletana Marta Arce, abanderada en los Juegos Paralímpicos de París

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Juan J. López

«Es un honor ser abanderada. Sabía que por edad tenía que entrar en las quinielas, pero no me lo esperaba. Ha sido un ciclo muy duro y difícil, en el que me he sentido a veces un poco sola y es muy gratificante saber que voy a ir delante de la delegación junto a Álvaro con la bandera», asegura la pucelana cuyo albinismo óculo-cutáneo hace que sólo tenga un 10% de visión.

A sus 47 años, madre de tres hijos y compitiendo en un nuevo peso (en París ha desaparecido -63 kilos y competirá en -57 kilos), Arce disputará a priori en París sus últimos Juegos. Será veinte años después de debutar en los de Atenas 2004 con una medalla de plata. Cuatro años más tarde repitió resultado en Pekín 2008 y sumó un bronce más en Londres 2012. Renunció a los de Río por maternidad. La única cita en la que no ha subido al podio fue en Tokio 2020, en el pasado ciclo, pero eso no le resta ambición, pese a que competirá con judocas a las que en muchos casos sacará más de veinte años.

La vallisoletana, junto con la burgalesa Marta Fernández, y la también vallisoletana Sofía García, técnico de la selección femenina española de baloncesto en silla, tienen asegurado el billete para la cita de París de este verano; al igual que la leonesa Sara Aller (boccia) y el velocista soriano David José Pineda.

Pendientes de la convocatoria están los vallisoletanos Luis Huerta (natación) y Pablo Lavandeira (baloncesto en silla), con muchas opciones de  sumarse a la que puede ser una participación histórica castellano y leonesa en los Juegos Paralímpicos.