Sara Aller recupera la boccia para Castilla y León y España en los Juegos de París

La boccia, sin representación española en Tokio, regresa a la máxima cita deportiva, gracias «al trabajo» de la pareja de BC4, que aprovecha la gesta para pedir más entrenamientos conjuntos. «Hemos logrado la plaza con apenas dos entrenamientos juntos… Creo que podemos hacer grandes cosas, pero hay que pedir un poco más», valora Aller, «orgullosísima» del éxito, pero sobre todo «del camino hasta aquí».

Sara Aller, de Benavides de Órbigo y de 27 años, padece una discapacidad física tras sufrir un accidente en 2014, e inició su idilio con la boccia en 2021. Después de tres años, la leonesa, acostumbrada a formar parte de la selección española, irrumpe en los Juegos «sin renunciar a nada», aunque consciente de la dificultad que entrañan las medallas.

«En Coimbra, no ha conseguido la plaza el mejor equipo, nosotros hemos jugador muy bien… Pero, lo ha hecho el equipo que mejor ha manejado la cabeza. Para mí, es fundamental, y por eso trabajo con un psicólogo deportivo», destaca la jugadora que quiere agradecer el compromiso de su entrenadora, Sandra; y de todos los técnicos que ha tenido en su trayectoria.

A partir de ahora, Sara continuará con sus entrenamientos, con la intención de poder trabajar más con su compañero Vasile, pese a que vive en Girona, máxime cuando son dos de los deportistas con plaza asegura para estar entre los 124 que representarán a España en París.

Junto a la leonesa, de Castilla y León tienen marca para estar en los Juegos, los nadadores Marta Fernández, con mínima A y su presencia casi asegurada; y el vallisoletano Luis Huerta, con mínima B, y grandes posibilidades de ser convocado por el seleccionador por su juventud, su experiencia en Tokio y sus posibilidades de medalla en los 200 libres.