La actual campeona de España en pista cubierta Lorea Ibarzabal entrena en nuestra ciudad con Uriel Reguero. Ostenta la segunda mejor marca española de todos los tiempos con 2:01.00 solo detrás de Mayte Martínez, récord de España con 1:59.52 logrado en Gante en 2004
Santiago Hidalgo
Domingo, 26 de febrero 2023, 20:40
El mes de febrero para Lorea Ibarzabal Padorno (Las Palmas de Gran Canaria, 1994) ha sido apasionante. Extenuante, pero francamente maravilloso. A la sazón, siete ochocientos en menos de 30 días. La campeona de España en 2021 de los 800 metros en pista cubierta ha revalidado su título en Gallur (Madrid) en 2023 y ya prepara el Campeonato de Europa de Estambul después de haber participado el día 22 en el Mitin de Madrid del World Indoor Tour y firmar su segundo mejor tiempo, 2:02, además de ser primera del ranking nacional.
Antes, en la reunión de Metz (Francia), la atleta entrenada por Uriel Reguero en Valladolid completó la carrera en 2:01.00 rebajando 1.63 segundos el anterior registro. Esta se convierte en la segunda mejor marca española de todos los tiempos en los 800 metros en pista cubierta solo por detrás de Mayte Martínez que el 8 de febrero de 2004 en Gante estableció el récord de España en 1:59.52 y cuenta con los cuatro mejores cronos.
Nada más terminar el Campeonato de España y ante las cámaras de televisión, Lorea ya dijo de forma cariñosa que este título «se iba de nuevo a Valladolid». Así era. Y es que desde 2021, cuando ella misma lo ganó, después en la edición 2022 con la victoria de su compañera de entrenamientos, la salmantina Lorena Martín, octava además en el Mundial, y ahora en 2023, han sido tres los años en los que la reina del 'ocho', si no nace, sí que pace en Valladolid. Las dos a las órdenes de uno de los mejores entrenadores del panorama nacional, Uriel Reguero. Que algo tendrá el agua cuando la bendicen. «Lorena y Lorea se llevan fenomenal, la verdad. Lo que pasa es que por lesiones y ausencias no han podido estar las dos juntas compitiendo a nivel», dice Uriel, que entrena con ellas en el circuito del pinar, el 'kilometrín' de Arroyo de la Encomienda, las cuestas de Parquesol o Las Contiendas. «En pista nos metemos lo menos posible», indica.
Las dos llegaron a Valladolid de forma escalonada en 2018 después de estudiar en EE. UU. Fue Lorena precisamente la que en un campeonato de España se lo comentó a Lorea. En estos cinco años, la vigente campeona de España de 800 que ya figura entre las seis mejores europeas en su primer año de internacional ha ganado carácter y seguridad en carrera. «Ha aprendido a correr muy agresiva. Tiene buen final, buenos pies y no renuncia a ir adelante y llevar el peso de la carrera», dice Uriel que confiesa que el récord de Mayte «por ahora no es el objetivo».
«Me enamoré de esta prueba tras ver la final de Osaka»
Para Lorea Ibarzabal, «el título de campeona de España está muy bien, pero el 2:01.00 significa dar un salto en mi trayectoria como atleta. Es la segunda mejor marca de la historia tras la gran Mayte Martínez. Yo, de hecho, me enamoré de esa prueba después de ver la final de Osaka de 2007 cuando ella acabó bronce. Ahora que vivo en Valladolid y la veo correr y ser entrenadora, siempre es un orgullo estar ahí detrás de su nombre, la mejor 'ochofondista' que ha tenido España».
De madre atleta, Patricia Padorno, padre escultor en sus ratos libres, Daniel Ibarzabal, y abuelo poeta y pintor, Manuel Padorno, el arte corre también por las venas de Lorea que reconoce sentirse en una magnífica forma. «Me ha llevado cinco años el ver qué me funciona bien. Al igual que Lorena, las dos somos propensas a las lesiones. En mi caso hemos ido metiendo cosas según mis necesidades, en función de lo que iba sintiendo y lo que le transmitía a Uriel. Un plan individualizado hasta dar con la tecla. Y ahora en el mejor momento de mi carrera deportiva, estoy muy contenta. Todo antes o después sirve. Uri siempre dice que hay que seguir compitiendo, aunque no se nos diesen las marcas. Hay que estar también cuando no se está tan bien».
Lorea se desvive en elogios hacia Uriel Reguero. «A parte de ser un grandísimo entrenador a nivel deportivo, el mejor de 800 en España, es una gran persona. Es como un segundo padre que se preocupa por todos sus atletas más allá del deporte. Y se valora muy poco su gran trabajo. Lleva tres años ganando el oro y tanto Lorena como yo estamos entre las cuatro mejores atletas del 'ocho' de la historia».
Con la mente puesta en el próximo europeo de Estambul a comienzos de marzo y en donde parte con la sexta mejor marca en los 800, Lorea no se pone metas: «Iré carrera a carrera. Eliminatorias, semis y final. Por tiempos puedo estar en la final, pero seguiré soñando y luchando por todo».
Este relato parte desde Mayte Martínez hasta la protagonista Lorea Ibarzabal pasando por Lorena Martín y con un Uriel Reguero siempre muy presente. Mientras, para cerrar este círculo idílico entorno a Valladolid y su provincia, el padre de Lorea, Daniel Ibarzabal, expondrá próximamente sus esculturas en Backyard Art Gallery de Simancas y la obra de su abuelo Don Manuel Padorno podrá verse en junio en Urueña. El arte aquí sí que no admite prisas. No como en el vertiginoso ochocientos.
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