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Temporada perfecta para los Pucela Penguins. 8 victorias y 0 derrotas en temporada regular que le han servido para ser el anfitrión el pasado fin de semana de la gran final. Allí se vieron las caras con Villamayor Mercenarios, el campeón de la pasada temporada y único equipo que les batió en el campo en quella edición de la liga. Un deporte como el fútbol americano, con una legión de seguidores, que congregó en la final a numeroso público.
Las ganas de revancha se notaban en el ambiente. Y desde el primer momento los Penguins sacaron el rodillo. Con la defensa funcionando y los equipos especiales anotando, fue el turno para que el ataque se sumara a la fiesta y liderados por Saúl, el QuarterBack del equipo con hasta 4 pases de 'touchdown', se llegaba a un 27-0 al descanso. Una losa demasiado grande para el equipo visitante, que sólo pudo anotar una vez tras un despiste defensivo cuando el partido y el campeonato parecía más que decidido.
47-6 en el analógico marcador al final del encuentro. 9 victorias sin réplica. El equipo con mayor anotación de la liga y mejor defensa no falló en la final y el balón conmemorativo de campeones y el premio de 200 euros por ganar se quedaban en casa para jolgorio del equipo y el numeroso grupo de aficionados congregados en el campo.
Porque este equipo, o como ellos dicen esta familia de casco y coraza, busca cotas mayores. Con la victoria se abren las puertas de la Serie B de Liga Nacional, algo a lo que no han podido acceder en ocasiones anteriores por la falta de apoyos, instalaciones y presupuesto.
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