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De pie, de izquierda a derecha, Pilar, Patricia Coco (entrenadora), Ana y Paula; sentadas, Nachi, Marta, Inma y Elena. Alberto Mingueza

La piragua como vehículo para ahogar al cáncer de mama en Valladolid

Proyecto Barco Dragón ·

Un grupo de mujeres crea una asociación, Vallkirias Pisuerga, para aprovechar los beneficios que tiene la práctica del piragüismo en la recuperación y ayuda al drenaje linfático

Domingo, 13 de marzo 2022, 00:22

Lejos de mitigar su impacto, la incidencia del cáncer de mama no ha dejado de avanzar en los últimos años hasta situarse como el tumor más diagnosticado del mundo, superando por primera vez al de pulmón según los datos publicados por el Centro de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC). Un dato llamativo que encuentra su contrapeso en el descenso que ha experimentado la tasa de mortalidad gracias a los avances, y que en España se sitúa en 28 casos por cada 100.000 habitantes.

La preocupación se centra ahora en mejorar los tratamientos y calidad de vida en la recuperación de los pacientes. Y en esa búsqueda, el deporte tiene mucho que decir. Tanto como que los especialistas consideran básico el ejercicio físico, no solo como terapia sino también como atajo para vencer la enfermedad.

En el caso del cáncer de mama está documentado y suficientemente contrastado que el entrenamiento mejora la recuperación tanto del torso superior como del brazo del lado afectado. Lo corroboran diferentes estudios y lo desarrolla Cristina Roldán –fisio y experta en ejercicio terapéutico– en un libro, 'Cáncer de mama y ejercicio físico', que sirve de punto de partida del proyecto que ha iniciado un grupo de 17 mujeres de Valladolid con el fin de aprovechar los beneficios que tiene la práctica del piragüismo en la recuperación y ayuda al drenaje linfático. «Como investigadora es frustrante ver como se les sigue diciendo a las pacientes que no usen el brazo, algo sin fundamento y perjudicial para ellas», explica la autora de la publicación.

«No solo están demostrados los beneficios, además ganas en autoestima, conoces gente y disfrutas del compañerismo»

Marta Méndez

Diagnosticada en 2018

Nachi García, alma mater y cabeza visible de esta iniciativa, se devoró el libro, página por página, antes de embarcar al resto de la tripulación. «En el libro se habla del Dragon Boat y de sus beneficios, ya no solo para la salud sino también por los valores de trabajo en equipo y compañerismo que implica, así que decidí contárselo a cuatro amigas. Luego esas cuatro se lo trasladaron a otras cuatro. Y así empezamos», relata. Se refiere Nachi a una modalidad de piragüismo de origen asiático que se practica en embarcaciones de 10 palistas en las que todos deben acompasar las paladas a un ritmo uniforme.

«Queremos formar un equipo y competir en el Campeonato de España en categoría BCS (supervivientes del cáncer de mama)»

Nachi García

Diagnosticada en 2016 y 2020

Esta práctica no tardó en extenderse por todo el mundo y en crear las primeras tripulaciones BCS (supervivientes de cáncer de mama) hasta alcanzar en la actualidad los 400 equipos y más de 9.000 palistas que han padecido la enfermedad. En España este Barco Dragón asomó proa por primera vez en 2003, y a día de hoy no solo existe una liga específica sino que cuenta con el auspicio de la federación dentro de los Campeonatos de España en las distancias de 200, 500 y 2.000 metros.

«Cuando te lo dicen te quedas en shock y piensas que no vas a hacer más deporte. Ahora reconforta ayudar a las que pasan por lo mismo»

Paula Gutiérrez

Diagnosticada en 2018

Puede entenderse precipitado si tenemos en cuenta que Vallkirias Pisuerga, como se denominan, aún sigue pendiente de hacerse con una embarcación preparada a tal efecto, pero antes incluso de bautizarla, sus tripulantes ya piensan en competir con otros equipos mucho más preparados y con más nudos de rodaje, caso de las cántabras, asturianas, murcianas o valencianas. «Queremos formar un equipo y competir en el Campeonato de España en categoría BCS», subraya Nachi sin titubear. No han tenido reparos en ponerse en contacto con distintos colectivos, públicos y privados, para dar los primeros pasos y no se van a detener a las primeras de cambio por muchos obstáculos que se encuentren por el camino.

«No es una experiencia agradable y por eso no hablamos de ello ni de las operaciones que hemos tenido cada una»

Ana Pastor

Diagnosticada en 2019

Si algo ha demostrado este grupo de mujeres es su valentía y coraje para plantar cara al destino y salir adelante para afrontar retos como el que ahora se les presenta subidas a una piragua. Su propia entrenadora, la campeona del mundo Patricia Coco, asiente cuando se le pregunta por la posibilidad de llegar al Campeonato de España de este mismo año. «Va a ser a finales, con lo cual hay margen suficiente para que se preparen y aprendan lo necesario», comenta la palista del Cisne, consciente de que la planificación nada tiene que ver con la de cualquier otro colectivo. «De momento vamos a intentar que empiecen a sentir el agua, a coger tacto, y luego cuando llegue la embarcación ya habrá tiempo de iniciar el acoplamiento con el tambor y de hacer series», explica.

«Lo primero es que sientan el agua, cuando llegue la embarcación iniciaremos el acoplamiento con el tambor y las series»

patricia Coco

Entrenadora (club Cisne)

Para configurar una programación que se adapte a la especificidad de este grupo, tanto Patricia como Germán Sierra, responsable del club Cisne, han contado con la orientación de la doctora Raquel Blasco y los especialistas del Centro Regional de Medicina Deportiva (CEREMEDE). «Hay que tener en cuenta otro tipo de problemas físicos que puedan surgir sobre la marcha, ya no solo los propios de la enfermedad», reconoce Patricia Coco.

«El ejercicio físico viene bien para todas las patologías y desarrollar el tren superior favorece la recuperación»

Inma González

Diagnosticada en 2009

Por el momento, el plan ha respondido a mucho trabajo de pesas en el gimnasio y a dos sesiones en el río para tomar un primer contacto con el agua sobre una canoa prestada por el club Cisne. El grupo que han formado se ha abierto ya a diecisiete integrantes, algunas exdeportistas reconocibles como Pilar Fernández Valderrama (atletismo), Henar Alonso Pimentel (natación) o Nuria Tascón (balonmano), pero en este proyecto no hay techos y la intención es que se sumen más mujeres. «Es un proyecto inclusivo, integrador y de visibilidad del cáncer. Queremos crecer juntas en la batalla de superar barreras, apostar por el compañerismo, la autoconfianza y aunar esfuerzos», reza una de las consignas por las que se rigen. El componente deportivo sirve de excusa en cierto modo para ayudar a otras mujeres que están pasando o han pasado recientemente por ese camino de espinas que ellas ya conocen. «Somos compañeras para ayudarnos y apoyarnos en los problemas derivados de esta enfermedad. Olvidar mitos. Una mujer que ha pasado cáncer o lo está pasando puede reincorporarse en la realización de ejercicio físico, mejorando su estado de ánimo, compartiendo sus miedos e inquietudes con otras personas que han pasado por lo mismo», refuerzan en su mensaje, al mismo tiempo que lanzan un llamamiento a todas aquellas mujeres que duden o tengan miedo en dar el paso –a través del correo electrónico vallkirias.pisuerga@gmail.com pueden informarse con más detalle–.

Nachi, al frente de la embarcación en un entrenamiento en el río. A. Mingueza

Sesiones en una canoa prestada a la espera de una embarcación de 10 plazas

Dos son los principales obstáculos que deben afrontar en las próximas semanas antes de dar carta de naturaleza al proyecto. Por un lado hacerse con una embarcación para diez tripulantes con la que poder entrenar y competir llegado el momento, y por otro decidir cuál de las opciones planteadas desde la Fundación Municipal de Deportes para guardar dicha nave es la más idónea a efectos prácticos. Hay que tener en cuenta que se trata de una embarcación de 150 kilos de peso que hay que cargar y que requiere de un fácil acceso al río cada vez que se lleve a cabo una sesión de entrenamiento. En este sentido la opción más viable, en opinión de Patricia Coco, es la del polideportivo Huerta del Rey.

Otro cantar es la gestión de la embarcación, que ahora mismo se debate entre dos vías. A través del club Cisne se ha tramitado una solicitud de las veinte que tiene la Federación Española para acceder a una de las 5 embarcaciones que hay disponibles. En caso de no ser agraciadas en el sorteo, habría que acudir a un plan B y traer una nueva de Polonia al precio de 10.000 euros.

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