«En paz con Dios» antes de correr

Albert Herrero estuvo a punto de terminarla en 2024 y solo «un problema en el envío de la documentación» –secreta– le ha privado de estar a estar horas corriendo en Parque Estatal de Frozen Head, en Tennessee, o el infierno 'runner' en la Tierra. «Bueno... corriendo o no, porque tal y como se está desarrollando», admite al otro lado del teléfono el 'ultra runner' catalán, especialista en una prueba que este año se ha endurecido todavía más si cabe. «Creo que se les ha ido un poco», añade en relación a que tras las primeras 24 horas de carrera solo seis participantes de los más de cuarenta seguían en pie. «No quieren finalistas después de lo del pasado año», añade Herrero en relación a los cinco 'finisher' que completaron el recorrido en menos de las sesenta horas que se otorgan para hacerlo. Lo hizo como fenómeno mundial la primera mujer, la británica Jasmin Paris, con un sprint agónico cuando las manijas del reloj iban a marcar las sesenta horas y la puerta del parque iba a cerrarse...

El pasado martes por la mañana, la maquinaria, por sorpresa, se puso de nuevo a andar. Los participantes se marcharon bendecidos poco antes de las 11:37 (hora local) con ese «Make your peace with God», que el organizador y alma mater de la Barkley, Lazarus Lake, les espeta antes de terminarse un cigarro que disparará la carrera.

Solo unas horas después, los propios seguidores in situ se dieron cuenta de que la carrera no era la del año pasado cuando los minutos y las horas pasaban sin que ningún corredor fuese capaz de finalizar la primera vuelta...Y son cinco las que deben completar con una distancia aproximada de 32 kilómetros cada una. Solo diez lo consiguieron, y uno de ellos dijo basta antes de inicar la segunda con la noche bien entrada en el bosque estadounidense.

Y no son solo los kilómetros, es la orientación, con la novedad este 2025 de que si por alguna casualidad tu dispositivo GPS o reloj se te cae... inmediatamente dejará de ser utilizable. «No quieren finalistas», vuelve a añadir Albert Herrero, uno de los dos españoles que ha participado en la prueba, junto a Josep Barberillo, en ese intento por emular a James Earl Ray, el asesino confeso de Martin Luther King Jr., y cuya huida de la prisión estatal de Brushy Mountain, en 1977, inspiró la carrera. Todo muy americano, con una persecución masiva en la que en dos días solo consiguió recorrer unos 13 kilómetros a través de las colinas y los bosques que rodean la prisión antes de ser capturado.

Desde su creación en 1986 por Gary Cantrell, más reconocido por Lazarus, esta carrera ha desafiado a los corredores más valientes del mundo, con solo 20 finalistas (cinco la pasada edición...) que han logrado completarla en sus casi cuatro décadas de historia. De ahí que todas las alarmas en la cabeza de Lazarus saltaran por los aires con un endurecimiento para la presente edición, que mantiene vivos a seis corredores, de los que se van desvelando algunos nombres. Entre ellos el del norteamericano John Kelly, que busca llegar al final por cuarta vez, un hito que solo ha conseguido el también estadounidense Jared Campbell. Kelly fue el segundo en iniciar la tercera vuelta a última hora de ayer, y hacerlo tras completar las dos primeras en 25 horas... Por delante de él, el japonés Tomokazu Ihara, y justo por detrás, el francés Sébastien Raichon.

Los otros tres supervivientes, entre los que estaba la francesa Claire Bannwarth, tienen muy complicado superar la hora de corte de cada vuelta, y «descansarán ya en paz».

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