Santiago Hidalgo
Lunes, 16 de septiembre 2024, 17:56
Más allá de que la Plaza Mayor vallisoletana en el mes de junio haya sido en ocasiones un auténtico brasero infernal, con temperaturas en pista que rozaban los 50 grados, o que, en otras, haya venido la lluvia para tener que aplazar partidos, la realidad ... es que el pádel es un deporte en el que los factores meteorológicos influyen mucho en el desarrollo del juego. También la altura, con la ciudad vallisoletana situada a 698 metros sobre el nivel del mar. La décima de España. Y es que, a mayor altura, la densidad del aire disminuye, lo que provoca que la pelota se desplace más rápido y rebote más alto. La prueba anterior, en Rotterdam, estaba como contrapunto a nivel del mar.
Publicidad
La pista central de la Plaza Mayor en pleno mes de junio era una de las más vertiginosas del circuito. El calor aumenta la presión de la pelota y ésta se percibe mucho más viva con lo que el remate, el traerse la bola o sacarla de la pista es más sencillo dentro de la complejidad. Gustavo Pratto entrenador de la pareja número uno, Agustín Tapia-Arturo Coello, coincide en señalar que habrá un cambio importante en el juego dentro del polideportivo: «La pista al aire libre y en verano en la Plaza Mayor era la más rápida del circuito. La pelota pesaba muy poco y literalmente volaba. Así era muy difícil defender y jugadores que habitualmente no atacaban con la pegada, podían hacerlo».
La principal consecuencia de este escenario es que los partidos resultaban igualados. «El juego se emparejaba mucho y siempre era muy difícil quebrar el saque», indica Pratto.
Ahora, dos meses después, en septiembre, con la nueva ubicación de la prueba Premier Pádel en el polideportivo Pisuerga, el tiempo no será igual que en pleno verano. La principal diferencia estará según Pratto en que «no molestará ni el viento ni el sol que cuando se juega al exterior puede llevar a perder puntos». Sin embargo, la incógnita estará en cuánto más de lenta será la pista cubierta del polideportivo. «La temperatura del pabellón nos indicará la velocidad de la pelota y también aquí el aforo influye. Cuánto más calor haya, más saldrá la bola», señala.
Por su parte, el vallisoletano Javi Martínez, que viene de jugar junto al madrileño Guille Collado octavos de final ante Tapia-Coello en Rotterdam tras derrotar en dieciseisavos a Gonzalo Rubio y Pablo Lijó, y hoy mismo se coló en el cuadro final después de derrotar en la ronda anterior a Lamperti y Perino (partido de más de dos horas) y en la última ronda por la vía rápida a Diego Gil-José David Sánchez (6/2 y 6/3), se encuentra «con buenas sensaciones» para Valladolid: «Para mí es un torneo especial que este año se juega en Pisuerga. Las condiciones indoor siempre son más cómodas para todos. En la Plaza Mayor, el sol a veces molesta; de noche ves peor la bola... Sí que es verdad que el ambiente y el marco de la Plaza Mayor es inigualable también para el público. A ver si con suerte, el año que viene, si cuadran las fechas, regresa».
Publicidad
Para Martínez, el jugar al exterior lo que provocaba era estar «a expensas de si hacía calor o frío. En la Plaza Mayor, de día, y si pegaba el sol al cristal, la bola estaba más caliente y salía mucho más, sin duda, pero de noche, con frío o humedad, podía ocurrir lo contrario. En este sentido, el indoor es más homogéneo», indica.
Hasta la fecha, no es como Plaza Mayor en un día de verano de más de 30 grados, pero la pista despide y la bola sale. ¡Vaya que si sale! Que se lo pregunten a Guille Collado y Javi Martínez que ya están en el cuadro de los mejores.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.