Nueva savia de una estirpe gimnástica

Llamativo que la gimnasta vallisoletana pertenece a una larga estirpe de gimnastas que comenzó su abuelo, José Ginés, y que continuaron su madre, Teresa, y sus hermanas. Su abuelo fue olímpico en gimnasia artística en los Juegos de Múnich allá por 1972. Su madre y sus dos tías tías se dedicaron a la misma especialidad que su padre, pero terminaron dando el salto al trampolín. Incluso en un campeonato de España las tres hermanas coparon el podio. Y de casta le viene al galgo. Erica es la mayor de cuatro primas que también destacan en esta modalidad de la gimnasia. Toda una saga de campeonas.

Erica Sanz comenzó en la gimnasia artística y hace unos ocho años dio el salto al trampolín. Era casi obligado, pues su madre entrenaba en el Gimnasia Acrobática Valladolid. Así que le tocaba doble ración: madre y entrenadora. No parecen llevarlo mal vistos los resultados.

La vallisoletana reconoce que le sorprendió el subcampeonato conseguido en la capital de Azerbaiyán. «Para nada me lo esperaba. El doble minitramp lo había entrenado poco debido a una lesión que arrastraba en la rodilla y el tobillo. Llevaba un mes entrenando poco. Tenía esperanzar de alcanzar la final, pero al ver el nivel que había no las tenía todas conmigo. Pasé en la quinta posición a la final. Allí iba con ejercicios que prácticamente no había preparado, pero todo me salió redondo», explica en la parte del Pisuerga en la que entrena su club.

«En la modalidad de trampolín iba mejor y con más esperanzas», prosigue. «Era mucho más difícil porque había más nivel y más de sesenta participantes».

Diana Sanz, otra integrante de la nueva generación, también ha estado en tres mundiales de la especialidad, pero en Bakú tuvo que quedarse con las ganas la reducirse el número de participantes por culpa de la pandemia. A su prima Loreto le pasó algo parecido. Una lástima.

La gimnasia en trampolín cuenta con cuatro disciplinas: trampolín individual, doble minitramp, sincronismo y tumbling.

Diversidad de opiniones sobre si Erica puede estar en los Juegos de París dentro de tres años en la modalidad de trampolín, la única que es olímpica dentro de esta especialidad. La subcampeona mundial lo ve «complicado». Su progenitora, Teresa Ginés, no tanto. «Quedan tres años para la cita olímpica y tiene tiempo para prepararlo bien. Para ello resulta clave que la sigan convocando para las pruebas de la Copa del Mundo, pues es donde se consiguen los puntos para luego poder acudir a unos Juegos».

Erica Sanz ha iniciado este año la universidad y cursa primero de Educación Infantil. Como todo deportista de primer nivel tiene que compaginar su deporte con los estudios y eso no suele resulta fácil. «Estoy en primer año en la universidad, todo es nuevo y me cuesta más. Tras la semana que he estado en Bakú, estoy un poco perdida», señala.

Su madre, Teresa, aprovecha para poner el acento en los grandes desembolsos que exige competir en la élite de este deporte, donde no reciben ayudas. «Te toca pagarlo todo, la inscripción por aparato (suele rondar los 165 euros), el seguro , el viaje y el alojamiento. En alguna ocasión incluso tienes que pagarte la ropa», explica.

Nada menos que 15 horas semanales le dedica en la parte del polideportivo Pisuerga que está destinada a las diferentes modalidades de gimnasia en trampolín. Mucho esfuerzo y mucha dedicación para destacar en un deporte en el que Erica ya debutó con 14 años en un Mundial que se celebró el tierras búlgaras.

Preguntada por lo que conlleva tener a su madre como entrenadora, la joven gimnasta es clara: «Por un parte me gusta mucho que sea así pues todas las experiencias de los campeonatos las vives con ella. Es verdad que en los entrenamientos te puede exigir más que a otros, pero es lo que toca (risas)».

Erica no para y ya está preparando las nuevas citas internacionales que vienen por delante. Lo más destacado el año próximo es la celebración del Campeonato de Europa en la ciudad transalpina de Rímini del 1 al 5 de junio. «Allí iré solo a participar en doble minitramp pero en categoría absoluta y en cama voy a luchar por participar también en absoluto», menciona.

Una joven campeona, representante de una estirpe gimnástica que encabeza a un nueva generación que quiere seguir la senda de los éxitos.