Isa Rivero, boxeadora

«De momento, pelear por el título mundial son palabras mayores»

–Ya es campeona de Europa, ¿ahora qué?

–A seguir preparándome para lo que venga, para cualquier cosa que nos planteen.

–Sigue con la dificultad de encontrar rivales de su peso.

–Es todo un problema agravado ahora porque es un peso más bajo. Hasta hora he tenido que subir dos categorías y aunque era difícil, había rivales. Ahora estoy en el peso mínimo, que es hasta 47,600 kilos. Yo peso incluso menos, por lo que he estado regalando peso siempre. Ahora es más complicado encontrar contrincantes, pero tengo la esperanza de que, después de haber obtenido el título, cuente con más oportunidades.

–Ha superado sus expectativas de cuando dio el salto al profesionalismo.

–Desde luego que sí. Yo solo intentaba probar unas pelas como profesional y ver cómo era la experiencia. Pero lo ha superado. Ha sido algo increíble. Avanzar tanto en tan poco tiempo ni me lo planteaba.

–Nada menos que dos títulos en menos de seis meses.

–Realmente son tres, porque la pelea en Francia era por un título también. Me dieron nulo allí, pero hacer un nulo fuera es como ganar. Yo creo que gané de hecho. Han sido tres títulos en menos de un año.

–Es una pasada.

–Una auténtica pasada.

–Profesional del boxeo, pero vive de su trabajo en un laboratorio.

–Soy profesional porque es una categoría que existe en el boxeo, pero realmente mi profesión es otra. Trabajo en un laboratorio. Voy a continuar compaginando las dos facetas mientras pueda hacerlo.

–¿Cómo fue la pelea con Portolani por el título europeo?

–Disfruté mucho en el combate. A partir del tercer o cuarto asalto me solté un poco y fui más yo, ya que al inicio estaba un poco nerviosa y no lo pude disfrutar tanto. Fue una rival muy dura, que iba hacia adelante, muy ofensiva. Creo que no podía haber tenido mejor rival que ella. Lo dio todo hasta el último asalto e hizo que la pelea fuese interesante y entretenida para la gente que la presenció.

–Pelear en casa ayuda...

–Desde luego. Ayuda pero también tiene esa parte de tensión por no defraudar a la gente que está apoyando. Es verdad que te sientes muy arropado, pero también tienes en la cabeza que debes estar a la altura y hacerles disfrutar. Arrastras la presión por ganar.

–Ahora que es campeona de Europa toca pensar en el asalto al título mundial.

–De momento, son palabras mayores. Pero según van marchando las cosas y la dinámica que hemos cogido, ya no puedo decir nada. Ojalá. Mi sueño sería ese, pero claro yo no me mojo en estas predicciones.

–¿Cómo ha sido su preparación? No ha sido al uso. Ha ido trabajando a la espera de que surgieran los combates.

–Así ha sido. Primero nos fuimos a Asturias, luego a Francia. Vino la pelea por el título del Mediterráneo, otra en León y al final está última. Han sido cinco peleas en un año, que para ser una mujer y el peso del que hablamos es una pasada.

–¿De qué le quita tiempo el boxeo?

–De descanso, sobre todo. Los amigos, al final, te vas adaptando y son casi los que tiene en el mundo del boxeo. Con la familia intento hacer lo mismo que hacía siempre.

–¿Se plantea los años de boxeo que le quedan por delante?

–No lo sé. No me lo planteo. Voy cogiendo lo que sale y, mientras me sienta bien, continuaré. Debes estar motivada y centrada en ello, y luego tener suerte con las lesiones.

–Usted comenzó a boxear tarde.

–Muy tarde.

–¿Cuántos años tenía?

–Con 30. Ahora tengo 36 años.

–En seis años campeona de Europa. Casi nada...

–Desde 2018 hasta ahora.

–La gente que le conoce dice que se debe todo a su espíritu de superación.

–Siempre me gusta ir consiguiendo cosas y marcarme objetivos. No tengo mucha autoestima, pero es verdad que sí soy muy disciplinada.

–Explíqueme el motivo de la gorra que se puso.

–No fue por mis padres como se ha dicho. Es por un amigo militar al que le hacía ilusión que me la pusiese.