Marcos Caballero, un campeón del mundo criado en el Pisuerga

Tras una infancia llena de éxitos a nivel regional y nacional, en septiembre de 2020, Marcos Caballero fue convocado por la selección española juvenil para concentrarse en el Centro de Tecnificación Deportiva de Trasona (Asturias) junto con otros 9 palistas y continuar allí con su crecimiento como deportista tras dominar los campeonatos en categorías inferiores. En su primer año de junior consiguió quedar 3º en el selectivo nacional, lo que le permitió representar a España en el Europeo y el Mundial.

Pero ese resultado también le unió con su compañero, Ernesto Goribar, con el que tocaría la gloria un año después en la localidad portuguesa de Montemor o Velho. «Nos llevábamos muy bien de antes porque ya habíamos coincidido en algunas regatas», asegura Marcos sobre su compañero. Junto a él, Marcos afirma que Trasona se convirtió en un «punto de inflexión» en su carrera, donde de la mano de su entrenador, el tándem Goribar-Caballero comenzó su preparación para conquistar el mundial junior de K2.

La primera escala fue Poznan. Las aguas polacas aguardaban a los dos jóvenes españoles que, lejos de ser favoritos, acudieron a la cita para intentar lograr la mejor posición posible. Era el debut de Marcos en una competición internacional. Tras demostrar su superioridad en España, debía dar un pasito más en una competición en la que «solo con estar en la final ya era un premio».

Finalizaron en segunda posición, en su primera aparición internacional tras medirse a los mejores palistas del continente y solo fueron superados por los alemanes Fritsche y Winklemann. Desde ese momento, la mentalidad cambió para preparar el mundial. Después de haberse medido al resto y ver su potencial, afrontaron el campeonato internacional de Portugal de otra manera. «Sabíamos que podíamos tener posibilidades pero no pensamos en ganar», señala Marcos. Pero en la regata se vio otra cosa.

«Seguimos las instrucciones del entrenador, que iba en bicicleta desde la orilla, y cuando llegó el punto que habíamos preparado, atacamos», indica. Contado de esta manera suena fácil, pero la realidad es que se medían contra los mejores del mundo, entre ellos, la dupla alemana con uno de los integrantes que les venció en Polonia.

Al paso por la boya de 750 metros, terceros tras una buena salida, mantuvieron la posición hasta marca de los 500, muy cerca tanto de rusos como de alemanes. Esa era la distancia para realizar el ataque final « a muerte».«Cuando apretamos y nos acercamos a la cabeza, sabíamos que no podíamos dejarlo escapar», recuerda Marcos sobre el momento en el que cambiaron el ritmo. La dupla española tomó el liderato de la carrera en la boya de los últimos 250 metros con apenas 0.52 centésimas de ventaja sobre los palistas teutones, pero en esta ocasión, ni Ernesto ni Marcos estaban dispuestos a volver a quedar segundos. Tras cruzar la línea de meta, el vallisoletano Marcos Caballero, criado en el Pisuerga, se proclamó campeón del Mundo junior en K2 1.000 metros con 17 años en el primer mundial disputado.

Aunque no fue tan bien en el K2 mixto, donde junto a su compañera Uxue Arzuaga, del Club Sociedad Deportiva Santiagotarrrak, quedó en sexta posición, este verano será inolvidable para el vallisoletano. «Ahora toca vacaciones», apuntaba Marcos sobre su futuro reciente. Un descanso bien merecido para comenzar con ganas una pretemporada en la que el próximo reto, ya a nivel de clubes, será el campeonato de España de Invierno que se disputará en marzo en aguas sevillanas al que Marcos acudirá como «favorito» tras ser campeón del mundo en Portugal.