Secciones
Servicios
Destacamos
Con tan solo cuatro años, Nuño Villafañe se subía por primera vez a un trampolín. Cuando apenas comenzaba a aprender en Educación Infantil, el pequeño empezaba a tomar sus primeras clases. Con un ansia por formarse más en este deporte, acudía a cada entreno con ... el objetivo de pasárselo bien y disfrutar de cada lección nueva de una modalidad no tan conocida; el salto en doble mini-tramp. «Iba súper emocionado, con ganas de entrenar y salía muy contento porque siempre aprendía una cosa nueva. Me gustaba lo que hacía y quería que llegara el día siguiente para entrenar», comenta Nuño.
«Empecé en el mundo del deporte gracias a mis padres y a mi hermana», explica. Tras acudir a una exhibición de gimnasia rítmica, su familia tuvo un primer contacto con la modalidad de artística y decidieron apuntarle. Día tras día, los entrenadores empezaron a ver un futuro prometedor en él y, a partir de ese momento, Villafañe continuó sumando logros a su carrera deportiva.
Fue entonces, a los diez años, cuando Nuño se percató de que tenía «un buen potencial para este deporte», menciona. A base de trabajar a diario, tener una gran fortaleza mental y mucha constancia en sus ensayos, el joven ha logrado llegar hasta lo más alto en el salto de doble mini-tramp.
Una disciplina en la cual se realizan dos ejercicios de gran dificultad, terminando el segundo sobre una colchoneta. Unos giros y unas piruetas de infarto que llaman la atención a todos aquellos que no lo practican. Un deporte que, además, implica una gran dificultad, pues no solo cualquier mal movimiento hace que cambie el tiempo en el que se elabora un ejercicio, sino que también puede acabar en una lesión grave. «Con ocho años me hice una fractura en el húmero y me cambió mucho la mentalidad», asegura Nuño. Tras cuatro operaciones, su vida dio un giro de 180 grados y su concentración y constancia aumentó, incluso más de lo que ya estaba, para evitar un problema mayor.
Sin embargo, ese accidente no le ha apartado del deporte y le ha hecho luchar más y estar muy concienciado con cada movimiento. Entrenando tres horas al día de lunes a viernes en el Club Gimnasia Acrobática Valladolid, Nuño no hace más que sumar premios a su palmarés; el cual ya inauguró con tan solo seis años. «Fue en un Campeonato Autonómico. Me sentí muy orgulloso y me di cuenta que trabajando puedes superarte», detalla. A día de hoy, el atleta tudelano acumula grandes galardones como doble campeón de España en 2020 en la categoría élite N6, campeón junior de Europa en 2022, subcampeón junior del mundo en 2023 y campeón internacional en la Copa Galicia en febrero de 2024, en su debut como senior. Ante ello, asegura sentirse «muy contento» porque a base de esfuerzo y buena mentalidad «todo se consigue».
Tras haberse alzado con este último galardón, la joven promesa acudirá al Campeonato Europeo de Gimnasia en Trampolín que se llevará a cabo entre el 1 y el 8 de abril en Guimaraes (Portugal). Con la fecha marcada en rojo en el calendario, afronta esta nueva cita con mucho orgullo. «Iremos a por todas, hay que lucharlo», asegura.
Pero además, a todo este estandarte de medallas, se le suma una más; representar a España en el Campeonato del Mundo en noviembre del año pasado. Toda una «inspiración», comenta, que concluyó con una medalla de plata.
Aunque Nuño ha recorrido todo el panorama español y europeo saltando, nunca se deshace del nerviosismo. «La verdad es que es muy difícil quitárselo, pero para algo está», menciona. Como buen deportista, tiene sus propios rituales antes de competir que incrementan su confianza a la hora de enfrentarse a un ejercicio. «Antes de saltar me coloco la malla», expone. Pero, sin duda, lo que más le ayuda en un campeonato, es sentir el apoyo de toda su familia, quienes no se pierden ninguna de sus citas. «Siempre intentan estar en el pabellón antes que verlo por el móvil», detalla.
Son tantos años practicando salto de doble mini-tramp, que Nuño acumula numerosas anécdotas. Desde colgarse una medalla que no le correspondía con tan solo seis años, hasta una caída aparatosa en uno de sus entrenos.
Pero aún entrenando una media de quince horas a la semana, continúa de manera exitosa su formación académica cursando 4º de la E.S.O. Compaginar sus estudios con su mayor hobbie no es algo que le parezca difícil pues, según comenta, «al final es organizarse». «Llego del instituto, como, me pongo a estudiar, me voy a entrenar de 18 a 21: horas, vuelvo a casa y repaso las cosas que tenga pendientes», precisa. Con tan solo dieciséis años, y a diferencia de otros chicos de su edad, Villafañe segura tener tiempo para todo y presenta una gran madurez; sin tampoco dejar de lado a sus amigos.
Un futuro prometedor
Nuño se encuentra en plena época de esplendor, demostrando día a día que trabajando todo aquel que se lo proponga puede conseguir sus retos. No obstante, el joven atleta prefiere ir de poco en poco pero, soñando a lo grande, su gran deseo sería ir a unos Juegos Olímpicos. «Pienso que algún día llegaré», aclara.
Desde luego que la ilusión es lo último que se pierde, por ello también le apetecería dedicarse profesionalmente a ello en un futuro. «Si me gustaría, pero este deporte no es como el fútbol, es minoritario», expone.
Pensando en su gran experiencia, en los valores que este deporte le ha aportado -respeto, disciplina y compañerismo- anima a otras personas a practicar esta modalidad. «Antes no era muy conocido, ahora ya es más popular y es una alegría para nosotros», manifiesta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.