Enrique Camiruaga posa en las instalaciones de Hípica Eresma. A. Tanarro
Hípica

El gran salto profesional de Enrique Camiruaga

El jinete segoviano ha logrado encontrar en su caballo 'Vintage' el binomio perfecto para pasar de la faceta de formador a vivir más cerca del deporte de élite

Sergio Perela

Segovia

Jueves, 7 de abril 2022, 21:30

Queda por teléfono de manera informal, con un sencillo «pásate a partir de las 10» y, aunque se haya dado por sentado que la cita será a las 11, en realidad no importa. Y eso es algo que solo se entiende paseando con Enrique Camiruaga por sus dominios, por Hípica Eresma, el complejo en el que tiene sus cuadras y el espacio para trabajar con los 15 caballos a los que ahora mismo forma. Porque antes que jinete, Camiruaga se reconoce como formador de caballos, a pesar de haber conseguido recientemente el triunfo en uno de los más prestigiosos trofeos que hay en España y uno de los mejores del mundo, el Invitational de Montenmedio, con su caballo 'Vintage'. «Ahora que ya he podido un poco asimilarlo, reconozco que es el sueño de una vida. Soy un profesional de los caballos, pero me dedico a la formación de caballos jóvenes. Entonces o bien vuelven a su propietario o pasan a otro tipo de jinetes, o a cuadras más importantes. Este fue un caballo que compramos con mi socio y fue una apuesta que hicimos los dos con vistas a aguantarlo a ver hasta dónde se puede llegar». El año pasado el binomio ya había acudido a la misma cita en tierras andaluzas y el buen papel firmado le abrió las puertas del equipo español, con lo que esto es una manera fuerte de refrendar las buenas sensaciones.

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En las pruebas hípicas de saltos, la mayor complejidad está precisamente en conformar ese binomio entre el jinete y el caballo. 'Vintage' tenía la fuerza, pero era un poco lento para la nueva normativa. Sin embargo, a sus 11 años está en una edad perfecta para ir creciendo a nivel competitivo y consiguió mejorar. «El talento especial cuesta, como en todos los deportes. En este deporte yo lo digo y lo digo con orgullo, tienes que saber montar bien, pero el 70% es el caballo. Y ese 70% es muy difícil encontrarlo. Hay profesionales que se dedican a eso, pero de que creas que van a llegar a que lleguen y puedan competir, pues hay mucho». Los caballos comienzan a debutar con cuatro o cinco años y hasta los siete se consideran etapas de formación. 'Vintage' a los cuatro años todavía no había sido trabajado. «Él iba con un poquito de retraso al principio, pero es verdad que las sensaciones siempre fueron muy buenas. Caballo inteligente, con mucha fuerza. Si se hacía un buen trabajo y él tenía la voluntad para hacerlo, que ha demostrado que sí, podíamos llegar a un nivel alto», comenta con un punto de orgullo. Porque los indicadores que más gustaron a Enrique cuando vio a 'Vintage' por primera vez fueron premonitorios. «Yo nunca había sentido un caballo con tanta fuerza, pero compaginada con la agilidad», importantísima esa combinación porque los obstáculos precisan control, dificultad técnica y altura, «porque cuanto más alto, menos margen tienes, más precisión debes tener».

En estos momentos, con semejante triunfo en sus manos, la vida de Enrique Camiruaga puede cambiar un poco, aunque él lo niega porque sigue firme en su creencia de que si sitio está en el día a día con sus caballos. En ese darles de comer a las ocho de la mañana, trazar los entrenamientos de cada uno de ellos, como hace con su equipo en una pizarra que pende de la pared de las cuadras; en ese saber lo que cada uno de los animales necesita todos y cada uno de los días del año, ha de incorporar una rutina competitiva también muy exigente. «El jefe de equipo español cuenta conmigo para las Copas de Naciones, pero es verdad que el calendario es muy grande. Va a haber diferentes convocatorias y no sé todavía en cuál voy a entrar». Él prioriza el equipo, porque al tener únicamente un caballo no puede compaginar todas las competiciones, incluidas las individuales, como pueden hacer cuadras patrocinadas, más completas, como hay por Europa.

Trato profesional

Para un hombre que empezó a trabajar con caballos de verdad tras terminar su licenciatura en INEF, esta experiencia del deporte de alta competición es «la guinda del pastel», dado que nunca antes había tenido la oportunidad de disfrutar de una montura con las posibilidades de 'Vintage'. «Los caballos se tenían que vender cuando entraban en 7 u 8 años y a mí me producía mucha satisfacción el verlos con otros jinetes y que los caballos llegaban lejos y conseguían medallas incluso en campeonatos de Europa, formados aquí y que habían pasado por nuestras manos», recalca poniendo el ejemplo de que recibe muchas llamadas y mensajes de todas partes del mundo hablándole de caballos que, recibiendo su formación, terminan triunfando. Pero claro, «esta es la primera vez que tengo un caballo que solamente estamos centrados con él en el deporte, que no importa que alguna prueba se haga mal siempre que veamos un aprendizaje». Eso le ha permitido hacer concursos en Holanda, Bélgica o Alemania, donde ha ganado en experiencia. Con el equipo nacional debutó en Italia y aquella había sido su experiencia vital más intensa, pues no sabía que le quedaba este reciente triunfo; una vuelta de tuerca más. «Como en todos los deportes, se pierde más que se gana. Pero para una vez que se gana, compensa todas las veces que esto sale mal».

El día del encuentro, 'Vintage' ya ha hecho su entrenamiento, que si fuera atleta hubiera sido de los que llaman de recuperación. Enrique está montando una yegua joven, de 4 años, con la que acomete varios saltos para ir puliendo sus virtudes. Después, para las fotos, ensilla a su 'Vintage', que se molesta ligeramente batiendo el casco derecho contra el suelo. Verles juntos da la impresión de que entre ellos hay confianza, cierta intimidad. No obstante, Camiruaga piensa más en todos los caballos con los que trabaja como en profesionales. «El caballo, a partir de este triunfo, hay más gente que se empieza a interesar por él y hay que ver hasta qué punto podemos aguantar», comienza pensando primero en saborear el momento por si los caminos se separan. «Caballos que yo he sentido que han luchado por mí, que han estado a gusto, yo siempre digo: mira, esto no deja de ser una relación profesional que intentamos llevarla lo mejor posible. Que los caballos, cuando acabe su carrera deportiva, que digan que en casa de Camiruaga aprendieron mucho y les trataron bien». Profesionales, sí; pero afectivamente muy cercanos. No sabe cuánto tiempo durará el binomio con 'Vintage', pero ambos quieren saborearlo.

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