España pierde en el desempate ante Bielorrusia

Aunque Bielorrusia tomó la iniciativa en el marcador, gracias al remate de Seryk, España se fue afianzando tanto en el plano defensivo como en el ofensivo, para obtener un parcial de 12-8 que obligó al técnico visitante, Piotr Khilko, a solicitar un receso, tras el cual su equipo mostró mayor mordiente ofensiva.

De hecho, Bielorrusia mejoró de manera ostensible sus remates, con Seryk y Hryshkevich, con lo que consiguieron volver a equilibrar el marcador (15-15) y provocar así el tiempo muerto de Pascual Saurin, aunque no logró impedir que el rival frenara en su empuje, que alentaron algunos fallos de las españolas, en los saques y en los bloqueos.

Eso dio alas a las bielorrusas para ampliar las diferencias y, si bien las de Saurin lucharon para contrarrestar el acierto en el bloqueo de las rivales y se emplearon a fondo en el remate, en el que destacó Jessica Rivero, no pudieron impedir que el combinado visitante se llevara el primer set (23-25).

En la segunda manga, aunque las españolas comenzaron dubitativas, no tardaron en plantar cara, con una gran Jessica Rivero y una buena actuación defensiva, que les permitió establecer un parcial de 12-10 pero, tras el parón solicitado por Khilko, las bielorrusas mejoraron las prestaciones defensivas, afianzando sus bloqueos.

Pero el conjunto local no se rindió y se mostró más agresivo en ataque, con remates que fueron imposibles de defender por las rivales, lo que les dio seguridad para dominar el juego y llevarse el segundo set por 25-21.

En el tercero, las bielorrusas fueron mucho más consistentes en defensa, a lo que se sumaron los fallos en los remates de las españolas, permitiendo al rival afrontar el juego con menos presión y dejando en sus manos la ventaja, que aprovecharon para subir al marcador el 1-2.

Lejos de amedrentarse, las españolas desplegaron su mejor juego, con una gran defensa, buenas recepciones y con un empeño ofensivo, en el que destacaron Escamilla, que clavó sus remates, y Correa, con sus saques directos, que les permitió dominar con solvencia la cuarta manga para empatar el choque (2-2) y forzar el tie-break.

España siguió teniendo la iniciativa en el juego hasta el ecuador del último set, en el que los bloqueos de las bielorrusas anularon las opciones de ataque locales y les insufló la seguridad suficiente para rematar el partido y vencer por 9-15.