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Pilar Moreno posa apoyada en una valla en las pistas de atlletismo Antonio Prieto. Antonio Tanarro
La eclosión a fuego lento de una nueva promesa

La eclosión a fuego lento de una nueva promesa

Pilar Moreno acaba de ser campeona de Castilla y León de cros sub-20 y afronta el de España con la sensación de estar recogiendo los frutos de años de trabajo invisible

Sergio Perela

Segovia

Miércoles, 19 de enero 2022, 20:14

Tiene 18 años casi recién cumplidos y, a pesar de que lleva varios creciendo en sus aspiraciones como atleta y perseverando casi en silencio, Pilar Moreno López acaba de levantar este fin de semana el campeonato sub-20 de Castilla y León con suma autoridad. De alguna forma este triunfo supone que su nombre salga del cascarón, aunque esta temporada de campo a través ya había conseguido alzarse con otras dos victorias de peso en Alcobendas y Cantimpalos. «Este año parece que ha sido mi despegue en el cros», comenta con cierta timidez afrontando algo a lo que está menos acostumbrada que a los duros entrenamientos de kilómetros. «Hemos estado trabajando más que ningún año con Antonio Requero, que me ha preparado los entrenamientos a conciencia». Enfocada hacia el medio fondo o incluso distancias superiores, trabajando mucho en los últimos años en el 3.000 obstáculos, el campo a través no le había salido nunca tan bien. «Creo que me faltaba experiencia. Estar en cabeza durante la carrera te va formando y, como este año ha sido cuando por fin me he aventurado a ir delante, creo que es cuando de verdad la cabeza ha hecho 'click'», dice sonriendo; «y ya, de ahí para adelante».

Cuando habla del trabajo anterior, en realidad lo está haciendo de los últimos tres años, en los que ha ido centrando junto a su entrenador hacia dónde conducir sus esfuerzos. Discreta como es, sabedora de que el atletismo es un deporte en el que cada uno debe llevar sus ritmos, no le gusta pensar más allá casi del día a día. «Cada año hay que ir mejorando, poco a poco. Desde que empecé con mi entrenador he ido mejorando, a veces a pasos agigantados y se ve ahora esa evolución, que está teniendo ahora su fruto y cada año seguiremos o intentaremos seguir avanzando a este ritmo». Dentro de ese ritmo está incluida la cita del próximo 30 de enero, el Campeonato de España de cros en Jaén. ¿Expectativas para esa fecha? Igual, pasos cortos: «Disfrutar, porque es una distancia que no he hecho nunca en competición. Son ocho kilómetros y eso ya son palabras mayores, pero estoy convencida de que lo puedo hacer bien».

Aumentar las distancias forma parte también del aprendizaje, de ese poco a poco del que a esta joven atleta no le gusta salirse. Y a pesar de que generalmente una vez por semana al menos rueda más de esos ocho kilómetros que esperan en tierras jiennenses, son cambios que, por su personalidad, quiere asimilar lentamente y a fuego lento. En temporadas anteriores, miraba mucho a qué rivales iba a enfrentarse en cada prueba, tratando de controlar todas las circunstancias. «

Esta temporada he empezado a fijarme menos en esas cosas. Simplemente me planteo mi carrera, me concentro en mí misma porque cada carrera es un mundo y no sabes cómo la van a plantear las demás atletas». Seguir mejorando es la meta. El año pasado ya consiguió ser finalista en el 3.000 obstáculos y, a largo plazo, sí quisiera algún mérito más. «Puedes plantearte otras cosas a la larga, más como motivación que como objetivo porque nunca sabes lo que te puede pasar».

Fue hace dos años cuando, después de haber acudido cedida por el Club Atletismo Segovia a varios campeonatos, pasó a formar parte del FDR Image, el club burgalés con el que también se ha proclamado campeona regional. Aunque, por un error en la suma de las clasificaciones, la medalla que les dieron fue de plata, teniendo que reconocer la Federación después que no era la que les correspondía. «Con este club es como si los tuvieses en casa. Tratan a todos sus atletas genial, a todos por igual, siempre están preocupados por si necesitas algo, pendientes de las competiciones, por si necesitas ropa o cualquier cosa». Seguramente por eso a Pilar le resulta tan especial competir también por equipos, con lo que tiene también marcado el próximo campeonato de clubes que se disputa en noviembre, en Atapuerca. Hasta entonces, ha de caminar sola.

El siguiente paso

Cuando acabe esta primera parte de la temporada, tiene todavía que plantear el paso siguiente, pero «supongo que prepararemos el 5.000 en pista y, de ahí, una transición a los 3.000 obstáculos, que es la prueba que suelo hacer en aire libre, es la que me gusta y donde empecé a destacar un poco más». Una prueba tremendamente dura en la que Moreno se encuentra cómoda, seguramente porque sabe sufrir. «He visto más nivel con los años en gente de mi edad y sí que es cierto que es dura, lo sé por experiencia. He tenido unas cuantas caídas, nada grave».

En Segovia apenas hay nadie en su edad que siga esa línea de trabajo, aunque sí buenos referentes en distancias largas como Javi Guerra o dos atletas más cercanas a su edad como Idaira Prieto o Águeda Muñoz. Algo que a ella siempre la ha motivado: «Desde pequeñita recuerdo ir, creo que allá por 2011, cuando empecé en atletismo, a una San Silvestre y acercarme a dar la enhorabuena a Javi Guerra. Nunca habría pensado que iba a coincidir con él en las pistas o, incluso, tener una conversación normal». Eso sí, su referente más cercano, sin tener ídolos fijos, está en la figura de Irene Sánchez Escribano, por su fortaleza. «Tuvo una lesión antes de los Juegos Olímpicos, en el Europeo de cros, y admiro la fuerza que tiene para decidir parar, recomponerse y mejorar más». Al final, Sánchez Escribano es de las suyas, especialista en carreras de obstáculos.

Un símil fácil con esas carreras podría hacerse con lo que supone el día a día de una atleta que intenta progresar mientras estudia Economía y Relaciones Internacionales en el IE. No obstante, simultanear ambas cosas no le está resultando tan complicado como sí lo fue el año pasado: «No ha sido tanto cambio. Me pareció más agobiante el curso pasado con la selectividad. Por ahora lo llevo bien». Es un año, el primero o el segundo de carrera, muy difícil para los atletas. Muchos de ellos y ellas abandonan el deporte para centrarse en los estudios. «Yo por ahora me adapto bien. Ayuda el hecho de continuar en Segovia, con mi entrenador, que es lo que quería y estar en casa, que tienes más facilidades». Le gusta la dificultad, pero solo en las pruebas y ahora que ha empezado a alcanzar pequeñas metas, quiere seguir sumando sin mirar hasta dónde.

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