Marina Nebot con una espada y Lucía Varela con una máscara, tiradoras del Valladolid Club de Esgrima. Rodrigo Jiménez

Dos esgrimistas que no pierden de vista su futuro profesional

Lucía Varela y Marina Nebot, campeonas de Castilla y León por equipos, obtuvieron un 13,86 y un 11,166 en la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad

Paula Ortiz

Valladolid

Miércoles, 28 de junio 2023, 18:02

Dos ejemplos de sacrificio, constancia y superación. Dos vidas ligadas a la esgrima que no han perdido de vista, y de qué manera, su futuro profesional. Generalmente se hace cuesta arriba, sobre todo en la adolescencia, compaginar los estudios con una carrera deportiva que implica ... viajes de ciudad en ciudad, horas de entrenamiento y competiciones cada fin de semana. Sin embargo, estas dos vallisoletanas son un claro ejemplo de cómo forjarse un futuro prometedor, al tiempo que no dejan de lado su pasión por el deporte. Lucía Varela y Marina Nebot, campeonas de Castilla y León junior por equipos, finalizaron este curso su etapa en Bachillerato y, hace apenas 20 días, realizaron la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), en la que obtuvieron una calificación sobresaliente con un 13,86 y un 11,166, respectivamente (la máxima nota posible es un 14).

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Lucía Varela, campeona de Castilla y León junior y absoluta (desde este sábado) y participante en los Mundiales de Burgos e Italia, ha trabajado para encontrarse con una de las mejores notas de España en la EBAU de este año (13,86), por lo que continuará sus estudios por la rama de la salud siendo el Grado en Medicina el elegido por la joven tiradora. Cuando era pequeña y recibía la típica pregunta 'y tú, ¿que quieres ser de mayor?', la vallisoletana tuvo claro que algún día conseguiría graduarse en medicina y ha luchado todos estos años para entrar en la UVa por la puerta grande. «Cuando sabes que necesitas mucha nota para entrar en la carrera, como es mi caso, sacas tiempo de donde no lo hay. La clave para compaginar el deporte y los estudios es planificar bien las horas que dedicas a cada cosa y no escaquearse ningún día», confiesa Varela.

La joven esgrimista habla con una sonrisa en la cara refiriéndose al funcionamiento del cuerpo humano y al poder de entender los mecanismos del cerebro, es una apasionada de la medicina, concretamente de la medicina forense, ya que «es una rama en la que se comprende el origen de todo, todos los movimientos están relacionados de alguna manera. La medicina es una profesión para la que hay que valer, no se puede meter cualquiera solamente por el hecho de tener unas notas excelentes», explica la segunda mejor nota en la EBAU de Valladolid.

Por su parte, Marina Nebot consiguió una calificación bastante por encima de la media regional (11,166) y decidió encaminar su futuro hacia la rama de la Arquitectura, pese a que hasta hace apenas un año no tenía claro qué grado sería el elegido. No obstante, la joven tiradora estaba segura de que se decantaría por uno relacionado con la tecnología. «En mi caso no necesitaba una nota demasiado alta, por eso estaba más tranquila. Hice el Bachillerato tecnológico, pero hasta principios de este curso no tenía claro que estudiaría arquitectura. Ir a entrenar tres o cuatro días por semana me sirve para desconectar de los estudios y volver con ganas de seguir», reconoce Nebot.

Entre los planes de las jóvenes del Valladolid Club Esgrima no entra abandonar el deporte cuando ingresen en septiembre en la universidad y sus objetivos son seguir creciendo en el mundo de la esgrima a la par que se forjan un futuro profesional. Es más, «hemos tenido suerte de entrar en la Universidad de Valladolid para poder seguir en este club. Aunque si no nos hubiese servido la nota de la EBAU, estábamos buscando ciudades en las que poder seguir compaginando los estudios con la esgrima», exponen las dos deportistas vallisoletanas. «Los objetivos a corto plazo son seguir compitiendo a nivel nacional e incluso mejorar los resultados obtenidos hasta ahora en los campeonatos de España. Poco a poco», añaden las dos tiradoras.

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Apoyo del entorno

El abandono del deporte entre los jóvenes que comienzan sus estudios superiores es cada vez más común, sobre todo en el caso de las mujeres. Se centran en aprobar una carrera universitaria o un grado y apartan su pasión por el deporte, que generalmente no vuelven a retomar. Sin embargo, Lucía y Marina no se plantean esa opción: «Nuestros padres y el club nos apoyan para que compaginemos ambas cosas. Sabemos que conllevará más sacrificio, pero estamos dispuestas a luchar por nuestras dos pasiones», comparten las esgrimistas vallisoletanas.

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