Agustín Martín Santos, presidente de la Federación Española de Voleibol

«Dejo el voleibol infinitamente mejor de como me lo encontré»

–¿Qué voleibol se encontró cuando llegó el 8 de diciembre de 2000?

– Pues un voleibol pobre, pero eso sí, sin deudas y sin problemas. Existía la liga de división de honor, la primera división, la liga femenina y el campeonato juvenil además de un circuito nacional de vóley. Teníamos unas 20.000 licencias, ningún evento grande, y participación internacional sólo con los chicos. Cualquier persona que entra nueva lo que intenta es hacer cosas y yo lo primero que hice fue lograr que este deporte dejara de ser minoritario por excelencia y que pasara a ser mayoritario.

–¿Cómo se hace eso?

–Creamos más competiciones: el Campeonato de España desde benjamín hasta cadete, la Superliga 2, la Copa de España, además de desarrollar el vóley playa con una estructura similar por categorías. Así llegamos a los 70 campeonatos que tenemos actualmente. Somos unas de las federaciones que más competiciones realiza. Además, pensamos que los Campeonatos de España debían incrementarse de 8 a 24 o 32 equipos. Convertimos los campeonatos en eventos. Creamos el Pequevoley como proyecto educativo llegando a un millón de niños y niñas. También el Plan de Tecnificación de pago con 1.500 niños concentrados en Guadalajara... Pusimos en marcha el Centro Internacional de Lorca, una concentración pistas de vóley playa con un gimnasio y una residencia de 150 camas que es del ayuntamiento y que nosotros gestionamos durante 25 años. Aquí vienen países a entrenar, competir…

–Lo ha comentado. La Copa de España es otra de las apuestas fuertes.

–Así es. La Copa de España surge en Guadalajara y es fruto de una experiencia personal. Yo quería llegar a jugar campeonatos de España, pero no tenía nivel. Me preguntaba por qué no crear una competición donde todos pudiéramos apuntarnos. El primer año fueron 65 equipos, y este último Valladolid ha tenido 405 y Guadalajara más de 275. Casi 700 equipos que no se hace en ningún deporte. Muchos niños están pensando todo el año en este campeonato. Así, con todo esto hemos llegado a más de 95.000 federados. Se ha disparado. No tenemos entrenadores para tanto… El vóley es el deporte que más ha crecido, un 62% de 2011 a 2022, según el CSD, con 4,7 millones de euros de presupuesto en 2022.

–¿Es oficial ya que no se presenta a la reelección?

–Es una decisión firme ya comunicada. Se hace oficial cuando haya que presentar candidaturas. Dejo el voleibol infinitamente mejor de cómo me lo encontré. Salgo por la puerta grande después de haber estado seis mandatos, 24 años. Es un orgullo. Me voy además con la conciencia tranquila, aunque no es suficiente. Mi mayor ilusión es que el que me suceda, me mejore.

–Su última reelección fue polémica, incluso con denuncias en los juzgados. Sin embargo, dijo después que esta sería una etapa de unión y reconciliación entre todos.

–No, de reconciliación no he hablado nunca. No tengo que pedir perdón porque no he hecho nada malo. Lo que sí que hice es intentar buscar la unión. Soy el presidente de los que me han votado y de los que no. Ahora creo que incluso tengo más apoyos. Sobre las denuncias, las hemos ganado. Tengo demandas, pero no contra mí, sino contra el procedimiento. Ellos han ganado estimaciones parciales, pero ninguna sentencia firme.

–¿Ha sentido un desgaste?

–Ni muchísimo menos. Yo precisamente por eso dije que seguiría mientras no hubiera un candidato honrado. Ahora lo he encontrado en Felipe Pascual, presidente de la Federación de Madrid.

–Ha tenido la oportunidad de estar en el Comité Olímpico Español y en otros cargos a nivel europeo e internacional.

–He sido miembro y vicepresidente de la Confederación Europea, miembro de la Internacional, presidente y creador de la asociación de países del oeste de Europa, y vicepresidente del Comité Olímpico. Que yo era posible candidato a presidente del COE, sí, pero siempre he apoyado a Alejandro Blanco. Eso nunca entró en mis pretensiones. He estado en todas partes y me han tentado para hacerme cargo de la Europea de voleibol, pero mi objetivo es el voleibol del día a día y de la gestión.

–En esa experiencia, ¿qué ha aprendido de modelos de deporte europeo?

–En España estamos obsesionados con las subvenciones, cuando en realidad habría que fomentar la cultura de los patrocinios o formas de generar dinero. Recursos privados en lugar de públicos. Y eso sí ayudas, deducciones y exenciones fiscales, claro.

–¿Cree que le falta algo al voleibol nacional actual?

–Le falta mucho, afortunadamente. El principal problema son los directivos, que son muy mediocres. Esto es difícil de eliminar. El segundo problema era la masa social, pero ya hemos dejado de ser un deporte minoritario. Este año, por ejemplo, el único deporte que ha llenado el polideportivo Pisuerga ha sido el voleibol con 6.800 asistentes al All Star y otros 2.000 en la calle que no pudieron entrar. Pero lo mismo en Sevilla, en Madrid con la Copa del Rey y generando taquilla. Hemos pasado de llevar a la gente en autobuses a cobrar. A partir de ahora podemos hacer todo. Tal vez lo que necesitemos son resultados internacionales en voleibol, porque en vóley playa los tenemos. Hemos sido campeones de Europa y medalla olímpica. Pero la política del COE es yo te doy dinero si logras objetivos. No para prepararte. Es un problema de dinero.

–¿Cuál es la opinión de los clubes de elite de su gestión?

–Los clubes tienen ahora un gran nivel de satisfacción con lo que está haciendo la federación, intentando llegar a profesionalizarlo. Ahora con siete jugadores obligatoriamente, y con la idea de llegar al cien por cien.

–¿Llega este voleibol a la gente?

–Nos falta comunicación y márquetin. Tiene que haber un esfuerzo en esto. Las bases ya están puestas. Debemos comenzar a vender bien lo que hacemos. Hay que poner en su justa medida a la televisión porque ya no es tan importante. No te compensa el gasto. En 2006-07 tuvimos 100 partidos por televisión, pero los patrocinadores no se incrementaron. Hay una leyenda con la TV, pero hoy día lo ve más gente por streaming. Otra cosa son 30 segundos de telediario.

–¿Ha dejado algo por ejecutar?

–Muchas cosas pequeñas y sobre todo la comunicación. Somos una federación importante con dinero en el banco. Me hubiera gustado apartar a personas tóxicas que hay en el vóley. Afortunadamente son minoritarias. También haber sido más reivindicativo con instituciones y con Consejo Superior de Deportes, aunque siempre tuve el hándicap de vivir en Valladolid y pasar la vida en el tren.

–¿Qué va a hacer Agustín Martín Santos a partir de enero de 2025?

–Me gusta hacer cosas. Disfruto no viendo, si no organizando deporte. Seguiré vinculado al voleibol de Castilla y León. No quiero ser presidente de nada ni de Europa, ni de nada. Aquí se pueden hacer muchas cosas. Muchas cosas de las que hago las hice por la ciudad.

–Volviendo a la Copa de España y a su trascendencia. ¿Es su mayor logro?

–No es un evento deportivo más. Es el evento deportivo más importante de Valladolid con un retorno comprobado, no como otros, con 19.000 personas reales. Nos sale 5,5 millones de euros de retorno y todo el dinero viene de fuera. El Ayuntamiento, no la Fundación Municipal de Deporte que lo sabe, debería venir y conocer la magnitud de este evento. Muchas veces no pedimos más dinero, sino que nos faciliten las cosas. El Ayuntamiento debe darse cuenta de que este es el evento deportivo de la ciudad. Es un campeonato de diseño, en época de desestabilización con hoteles vacíos, en Navidad. Tenemos todos los hoteles llenos aquí y en Palencia, incluso en Burgos. Pero gana además la frutería, las tiendas, la administración de lotería… El año que viene lo intentaremos llevar a los pueblos del alfoz y a la provincia.