Secciones
Servicios
Destacamos
Una carrera pedestre se gestiona desde el anonimato, esos atletas de andar por casa que encuentran un hueco para trotar 20 minutos después del trabajo. Ellos engordan la línea de salida para que el grupo de cabeza cumpla vuele. Ellos son la diferencia entre un ... entrenamiento y una fiesta popular. La crónica del 2022 es el regreso de la masa al atletismo, de las camisetas fosforitas, a los caminos de los pueblos.
La decimosexta edición del Circuito Carreras Pedestres Provincia de Segovia, organizado por la Diputación con la colaboración de los clubes y ayuntamientos, encargados de la gestión de cada una de las 12 pruebas, es una vara de medida del atletismo popular. El calendario, que empezó en febrero en Cantimpalos y cerró en noviembre en Cabañas de Polendos, cubrió otros diez pueblos: Muñoveros, Torreiglesias, Cantalejo, Turégano, Fuenterrebollo, Martín Muñoz de las Posadas, Trescasas, Espirdo, Rades de Abajo y Carbonero el Mayor.
La filosofía de estas carreras es servir de incentivo al atleta popular y al municipio, pues la prueba absoluta, que suele superar los diez kilómetro, suele ir acompañada de una marcha popular que incentiva el deporte saludable y sirve de animación. Ocurrió en Espirdo, en una mañana soleada de septiembre en la que los corredores afrontaban jadeando los dos últimos kilómetros entre los ánimos de los andariegos, con niños que ofrecen sus ánimos y cuentan cuántos atletas han pasado ya a su lado.
Entre los candidatos a la victoria, el circuito premia la participación. Los atletas que más pruebas han ganado no están en el podio de la general. Javi García Velasco ha ganado cinco de las seis citas en las que ha participado (Muñoveros, Cantalejo, Turégano, Carbonero el Mayor y Cabañas de Polendos) y fue segundo en Trescasas, un pueblo que se estrenaba en el circuito con una de las carreras que más gustó. Con todo, es el 39º de la general. La madrileña Rut García no tuvo rival en las cinco pruebas en las que participó, (Cantimpalos, Torreiglesias, Cantalejo, Turégano y Espirdo), pero solo ocupa el séptimo puesto.
El sistema otorga 30 puntos al primero y va descontando un punto según baja la clasificación. A ello se añaden bonificaciones por participar en diez pruebas (120 puntos), once (160) o las doce (200). El premio a la regularidad fue para Julio de Pablos, ganador destacado (433 puntos) pese a haber cruzado en primer lugar la meta solamente en una carrera: Turégano. Por el camino, siete segundos puestos y dos terceros. Por detrás, Sergio Blanco ocupó la segunda plaza (381) sin subir nunca al podio y Pedro Luis Gómez Moreno, que ganó en Cantimpalos, fue tercero con los mismos puntos (378) que David Berzal, cuarto.
Algo parecido ocurrió en la categoría femenina. Marta Abad dominó la general (432 puntos) con dos victorias (Fuenterrebollo y Carbonero el Mayor) y una regularidad que le llevó a subir once veces al podio. Por detrás, Gema Llorente (421) y Charo Díez (418). Las cinco primeras clasificadas militan en la categoría de veteranas. Hubo otras ganadoras como Bego Usabiaga (Cabañas de Polendos y Muñoveros), Sandra San Miguel –la ganadora de la última Carrera de Fin de Año de Segovia– o la abulense María Jesús Vázquez, ganadora de la Carrera Monumental, que venció en Martín Muñoz de las Posadas.
La Diputación premió a los 17 corredores que finalizaron las 12 pruebas en una gala celebrada en el Teatro Juan Bravo, así como a otros 20 que cruzaron la meta en diez u once pruebas.
Pero el verdadero premio está en el ambiente. Martín Muñoz de las Posadas debutaba en el circuito con la Carrera Cebolleros en una calurosa tarde de agosto, un sábado en el que el pueblo se echó a la calle. El circuito, de 10 kilómetros, daba dos vueltas al pueblo por caminos distintos. A toda velocidad. Porque cruzar la meta por encima de las 190 pulsaciones invita a yacer en los escasos centímetros de sombra mientras el voluntario demanda la entrada del chip atado a las zapatillas. El cerebro colapsa, solo pide un tiempo muerto.
En Espirdo, el recorrido llevaba a los atletas por La Higuera y Tizneros, con una pronunciada bajada y un sinfín de cuestas. Como novedad, los organizadores cronometraron dos kilómetros y premiaron a los mejores tiempos de cada sector en la aplicación Strava. Una forma de extender la nómina de ganadores.
La meteorología no siempre permite alegrías y la provincia tiene días de perros, como el que recibió a los corredores en Cantimpalos en febrero. O la lluvia que les empapó en las afueras de Cantalejo un desapacible sábado de abril, con los valientes inscritos cambiándose al resguardo de la ermita mientras los dedos buscan sensibilidad para colocar los dorsales o para pelar el plátano una vez cruzada la meta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.