Como lo relata Germán Sierra, el actual presidente del Club Deportivo Cisne, este nació de manera espontánea y casual antes incluso que la propia federación regional. Con los años ha cosechado innumerables éxitos, con presencia de internacionales y olímpicos
La piragua en estas tierras no pasaba por sus mejores momentos. Había caído en desgracia a raíz de un accidente acaecido en una excusión a Oporto cuando se abrió una presa de agua sin previa comunicación que acabó con la vida del palista vallisoletano Sánchez. ... Así las cosas, era 1964, y en el marco de la OJE donde se aferraban todos los deportes, se dieron una serie de circunstancias que lograron que el piragüismo vallisoletano viera de nuevo la luz. El documental NODO exhibía en la sede de la calle Muro una serie de imágenes de este deporte. Unos dicen que del descenso Noguera Pallaresa, otros de El Sella, también se ha escrito que correspondía a los JJOO de Tokio. El caso es que los chavales y entre ellos Juan Francisco Rodríguez vieron con muy buenos ojos estas piraguas y enseguida se imaginaron poder hacer lo mismo en el Pisuerga.
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Para ello hubo de darse otra casualidad, como indica el actual presidente del club Cisne, Germán Sierra. «Había un chico estudiante universitario aquí, Hernando Calleja, que era sobrino del presidente de la federación nacional de piragüismo y que se llamaba como él». Precisamente, la Federación Española de Piragüismo se había fundado un 4 de noviembre de 1959 con Hernando Calleja. Este ya había tenido relación con palistas vallisoletanos y madrileños con los que en 1950 y en 17 etapas llegaron portando tres K-4 hasta la Plaza de San Pedro de Roma donde fueron recibidos por el Papa Pío XII, en una noticia que nuevamente apareció en el NODO de la época de Francisco Franco.
A través de la mediación del sobrino y conscientes de que la nacional quería extender núcleos en diferentes provincias, el presidente Hernando Calleja mandó a Eduardo Herrero y a los asturianos Ángel Montes y Joaquín Tuya para que fuera haciendo un grupo y les enseñara sobre las aguas del Pisuerga. Los acompañaron varias piraguas, que allí mismo construyeron, una de ella azul, que fue la que dio origen a los colores de la entidad. Se estaba forjando el Club Cisne. Fue Miguel Gallego, entonces director de la OJE, quien atendiendo a este incipiente movimiento de piraguas y bajo el entusiasmo de Juan Francisco Rodríguez, organizó en ferias la I Regata de exhibición San Mateo que luego daría prestigio tanto al club como a la prueba que cumplirá 57 ediciones este año ya con el nombre de Virgen de San Lorenzo. Dicha regata, por cierto, en 1965, fue ganada por el propio Juan Francisco.
«En un deporte no tan estructurado como ahora, Juan Francisco Rodríguez se hizo entrenador. Luego llegó desde Alar del Rey, Julio Fernández, y ya desde 1969 y 1970 se sumaron varios campeonatos de España de clubes», dice Germán, que se incorporó con 14 años en 1974 al Cisne. Eran una panda de amigos que vivían en su mayoría en la cooperativa de Renfe en la Huerta del Rey. Se habían comprado una balsa neumática con la que se divertían en el Pisuerga hasta que se les rompió en el agua y el piragüista José Luis Flores tuvo que remolcarlos. Este, junto a otros, les convencieron para que probaran con la piragua. Y se engancharon.
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En la época inicial las piraguas había que llevarlas a hombros al río desde la calle Muro, sede de la OJE. Desde allí se pasó primero a la Piscina Deportiva, luego a los antiguos vestuarios de la Playa de Las Moreras y finalmente se trasladaron por obligación a la calle Curtidores, sobre las antiguas Tenerías y una vez que se acondicionó esa zona antes inhóspita.
Con seis presidentes hasta la fecha y todos ellos magníficos palistas: Juan Francisco Rodríguez, Jose Luis Villanueva, Miguel A. Varela, Narciso Suarez, Patricia Coco y German Sierra, el número de deportistas que ha congregado el Club Cisne supera los 2000. En la actualidad, e incluidas las mujeres que se incorporan al proyecto de Dragon Boat, reúne a 112 socios y cuenta con más de 100 piraguas.
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«Si los chicos logran pasar el invierno, se quedan. Y si se quedan, con trabajo tendrán las medallas más cerca»
Pese a ser una entidad pequeña, los resultados han sido magníficos. Empezando por Narciso Suárez, presente en cuatro JJOO y bronce en C-2 500 metros junto a Enrique Míguez en los JJOO de Los Ángeles 1984, además de más de diez veces internacional, siguiendo por Patricia Coco, campeona del mundo en C-2 200 metros en Copenhague 2021 o la perla Marcos Caballero, campeón del mundo junior en K-2 1.00 metros en 2021 en Montemor o Velho, Portugal. «Un diamante en bruto que comenzó a remar con ocho años cuando su padre Javier era piragüista aquí y que ya ha sido campeón de España y del mundo siendo junior de primer año», relata Germán, que además de presidente compagina el cargo con entrenar al equipo femenino de élite y llevar a los chavales de la escuela. «Tenemos un grupo de alevines e infantiles muy majo de cara al futuro».
Pero no solo estos. Otros internacionales y varias veces campeones de España como Miguel Ángel Varela, José Diéguez, Julio Fernández, Eduardo Fraile, Herminio Melcón, Francisco Lázaro, Mª Cruz Cesteros, Jesús Pérez Garrido, Laura Blasco, Ainara Portela, Luis Medrano, Elisa Vázquez, Raúl González, Sheila Sáez, Cristina San Juan, Cristina Franco, Mónica Santos, el propio Germán y otros muchos se añaden a la nómina para sumar más de 130 medallas de oro en competiciones nacionales en este deporte donde la disciplina y el esfuerzo son fundamentales.
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Todo ello en un río Pisuerga «muy frío, a seis grados está el agua», como dice Germán y donde se hace muy duro remar sobre todo si no es en grupo. El secreto: «Si los chicos logran pasar el invierno, se quedan». Y si se quedan, con trabajo y entrenamiento, tendrán las medallas más cerca.
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