Castigados sin deporte

Los niños de Castilla y León llevan 9 meses sin poder hacer deporte de equipo. La Junta solo autoriza deportes individuales y de alto rendimiento. Los Juegos Escolares han sido aplazados sin fecha para equipos con contacto. Están sentenciados.

El sedentarismo al que se está sometiendo a los niños tendrá la excepción –y veremos si se cumple– de equipos que desembocan en Campeonatos de España, que podrán comenzar en enero, salvo cambio de decisión de última hora con el incumplimiento habitual tras cada reunión con las federaciones.

Los deportistas de formación de Castilla y León son de segunda. Están caprichosamente castigados, discriminados y olvidados a la sinrazón. Solo CyL, Asturias y Cantabria no han iniciado las competiciones de edad. El resto de comunidades compiten desde hace meses. Algunas han detenido por unas semanas los calendarios, reanudándolos después o fijando fecha para su reinicio.

Aquí, los niños de deportes de equipo son los obligados a sustituir entrenamientos por quedadas en hamburgueserías, pizzerías, centros comerciales o hacer botellón, que eso sí está permitido. Entrenar, que ni se les ocurra. Finalizando el primer trimestre del curso escolar, ha sorprendido la escasa incidencia que avalan los datos de los colegios, siempre resueltas como se podrían resolver las de los equipos y competiciones. ¡Ah!, en los colegios los niños realizan con normalidad la educación física, en otro ejemplo más de incoherencia y despropósito.

María Perrino no ha aportado ningún informe que acreditara su cerrazón, avalada por los expertos. Las federaciones han pedido reiteradamente esos datos o informes y nunca han sido facilitados. Me cuesta creer que las razones de los expertos de otras regiones de España sean distintas o estén siendo ignoradas poniendo en riesgo a la población con la práctica deportiva. La propia María Perrino anunció que en octubre estaría solucionado el tema de las titulaciones y convalidaciones de técnicos, monitores y entrenadores. Otro tema en el montón de papeles en la mesa de su despacho.

María Perrino representa el servilismo de un cargo a sus superiores, pese al deporte. Dejen hacer deporte a los niños. No sigan castigándolos. Aunque sea a puerta cerrada, con medidas de control y seguimiento, pero dejen divertirse a los niños más allá de las videoconsolas. Busquemos recuperar la normalidad dentro de esta anormalidad y tanta incompetencia.