El Caja Rural CPLV jugará la final de la European League

El encuentro de semifinales comenzó con protagonismo de los dos porteros. Tanto Jiri Matousek por parte del Vierzon como Jimmy Teed por parte del Caja Rural CPLV evitaron con sus primeras intervenciones que se abriera pronto el marcador. Los dos equipos se conocían de haber tenido que enfrentarse en el último partido de la fase de grupos y el 1-1 final, con lanzamiento de penaltis incluido, invitaba a pensar en una semifinal igualada. Los franceses cuentan en sus filas con un ex del CPLV, el finlandés Jan Vyoral, y con otro jugador con experiencia en la Liga española, el norteamericano Dimartino.

El equipo vallisoletano era consciente de que para batir al portero checo del Vierzon debía de moverlo más que en el encuentro de la fase de grupos. Y eso buscó. Aunque no tuvo suerte en los primeros minutos, en los que encima perdió por lesión a Dani Díez, que se unió en el parte de bajas a Sebek. Tampoco encontró el gol en la primera superioridad de la que gozó, muy importantes en cada partido y más en este tipo de competiciones. Los de Patrick Sebek no conseguían materializar su dominio, repitiendo el guion del primer encuentro ante los franceses. De hecho, el Vierzon poco a poco fue encerrándose alrededor de su portero, confiando en su buen rendimiento y en cazar alguna contra. Y la estrategia le permitió mantener el 0-0 en la primera parte, a pesar de una segunda superioridad numérica del CPLV y de sus 17 lanzamientos, por 6 de los galos.

La segunda parte iba camino de ser un calco de la primera, con el control de los pucelanos, pero algo cambió. De primeras, el Vierzon gozó de su primer power play (superioridad), que el Caja Rural defendió con uñas y dientes, sacando incluso una expulsión de su rival. En ella, esta vez sí, el CPLV acertó. Pase de Guille Jiménez y refracción de Rubén Sinovas para hacer el primer gol de la semifinal. Quedaban aún 11 minutos. Un mundo en un encuentro de hockey línea. Pero las sensaciones parecían positivas. Y el marcador así lo reflejaba.

Aunque el 1-0 era una renta muy corta. Los vallisoletanos trataron de mantener la pastilla, de buscar cansar a su rival o incluso sacar una superioridad, pero lo que se encontraron, a dos minutos para el final, fue con una inferioridad, en un intento de recuperar la pastilla en ataque. Así que tocaba sufrir para pasar a la final. Y se hizo, con el cuadro francés con portero-jugador en pista, es decir, con dos más, pero valió el 1-0 y el Caja Rural CPLV buscará un nuevo título europeo.