El béisbol en la maleta

Con 6 años, junto a sus hermanas, por fin vuela hacia Las Canarias donde conoce uno de los equipos referentes en España en sóftbol y béisbol: Los Marlins de Tenerife. Fundado por Néstor Pérez (ex beisbolista cubano y ojeador), la escuadra de Puerto de la Cruz compite en la División de honor española y es la entidad que más títulos tiene a nivel nacional en este deporte (13 ligas y 6 Copas del Rey).

Sin embargo, cuando el benjamín Leo recaló en las islas y vio a todos los niños jugar al fútbol en el patio del colegio quiso dedicarse también al balón. Lógico. «Fue mi padre el que terminó de convencerme. En mi familia todos jugamos al béisbol me soltó…», dice Leo. Se imponía seguir la tradición. No había formas de salirse de la práctica del deporte nacional. Durante este periplo en Tenerife, Leonardo participó con éxito en los campeonatos de España infantil y cadete con su equipo y con las selecciones autonómicas.

Tras dos décadas de trabajo, su padre decide volver a casa a la República Dominicana donde dedicarse a la construcción de apartamentos. Y Leo, entonces con 15 años, regresa también con ellos. El béisbol sigue muy presente. «Entonces hice un Trail (prueba de captación) con Los Dodgers, un equipo profesional de béisbol de los Estados Unidos con sede en Los Ángeles, pero me falló la cabeza y no proseguí», dice Leo, aún muy joven y con una vida cambiante.

La muerte de su abuela, el cumplir los 18 años y tal vez la madurez hacen que Leo se replantee las cosas. «Quería volver a España. La vida aquí es más tranquila. Hay más seguridad. La educación es mejor». Se lo comentó a su padre y, pese a que al principio no quería, empujado por su hermana Iliana Karina que se quedó en España y vivía en Tordesillas, al final aceptó a regañadientes. Leonardo comenzó a trabajar en la vendimia, luego en la hostelería en El Figón de Tordesillas donde le enseñaron todo el oficio, hasta la actualidad que labora en Montajes de Fasa Renault. Un empleo con el que está encantado. Todavía recuerda Leonardo que en el momento que iba a embarcar en el avión desde la República Dominicana con destino a Valladolid lo primero que metió en la maleta fueron «mis tacos de jugar, mis guantes y mi ropa por si acaso encontraba un sitio donde practicar béisbol». Y lo halló rápido.

En Valladolid, Hairo Aquino, el entrenador, fundador y factótum del Club de Béisbol y Sóftbol Five Valladolid ya estaba poniendo en marcha su proyecto. «Me pusieron en contacto con el equipo, me presenté al entrenamiento y allí le conocí», dice Leo. De eso hace cuatro años.

Las ideas de Hairo pasaban por iniciarse primero en el sóftbol (con un campo más reducido, pelota más grande y lanzamiento por debajo del hombro) quizá menos exigente, e ir avanzando hacia el béisbol a medida que avanzaba el compromiso de los jugadores. «Nos fue convenciendo de que debíamos jugar no solo para pasar el rato y acertó con sus idearios, ya que es la base de nuestro crecimiento actual», dice Leo.

En su primer año de participación en la Liga de Madrid y con apenas dos meses de vida, el equipo fue cuajando para terminar cerrando un 'temporadón' y el título de campeón. A la par se iban consiguiendo mejoras en el terreno de juego de Soto de la Medinilla, en las instalaciones con los banquillos, el backstop. «Todo lo que hemos ido pidiendo al ayuntamiento nos lo ha proporcionado y en poco tiempo».

El pasado año llegaba el título en el I Campeonato de España de Sóftbol modificado tras vencer en la final a los Mariners de Gran Canaria. «Ha sido de las cosas más emocionantes en mi vida. Comenzamos perdiendo en la final por 8-0 en la primera entrada. Nos masacran, pensé entonces. Nos fuimos al banquillo, todo el mundo animando y terminamos remontando el partido y con el título para Valladolid. Además, con mi padre viendo el partido en directo», indica Leo.

El CBS Five Valladolid está formado por jóvenes de bastantes nacionalidades y países: República Dominicana, Venezuela, Cuba, Guatemala, Bolivia… También se van incorporando chavales nacidos en España. «Para jugar no hace falta ser fuerte o rápido. Lo más importante son las ganas», lo dice Leo que entre las 9 posiciones del béisbol juega de outfielder, jardinero (desde la posición de atrás su misión es fundamentalmente defensiva y, merced a su velocidad, atrapar las pelotas al vuelo).

Con el jugador norteamericano Derek Jeter como referencia, Leonardo, al que no le importa pensar en béisbol las 24 horas del día, reconoce que su meta es ascender a la División de Honor con el CBS Five Valladolid. El próximo campeonato de España de Sóftbol de este fin de semana aquí en sus instalaciones va en la idea de seguir quemado etapas y avanzando hacia la elite. Para no perder las costumbres, una de sus máximas es «rezar una oración antes de disputar un encuentro» y que en el vestuario «siempre debe haber música, desde bachata, reguetón, merengue, incluso a veces rancheras. Así salimos anímicamente bien al partido», finaliza.