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Asprilla, la primera piedra de Topuria: «Dejé Valladolid y me fui dispuesto a dejarlo KO»MMA
Asprilla, la primera piedra de Topuria: «Dejé Valladolid y me fui dispuesto a dejarlo KO»Francisco Javier Asprilla lleva 24 horas de locos. En el Polígono de San Cristóbal, en el interior de una de las naves de los talleres de Renfe, este venezolano afincado en Valladolid desde hace más de una década, no tiene casi tiempo «para apretar los ... tornillos».
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Su historia en los últimos días va ligada a la de Ilia Topuria, o lo que es lo mismo, al nuevo campeón del mundo de la MMA (la 'Champions' de las artes marciales mixtas). Lo es porque Fran -como le llaman sus amigos- fue «la primera piedra del camino» del hispano-georgiano, o «la primera víctima», bromea mientras abre la puerta del Polideportivo Pisuerga, donde entrena, y entra sonriendo a Pirri y al resto de encargados de la instalación, que saben que «lo de la lucha ha crecido mucho en el último año».
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'Lo de la lucha esta' tiene en este venezolano de 34 años a uno de sus pioneros en Castilla y León. De hecho, Fran es desde el pasado año el delegado de MMA la federación regional, y es el fundador del Ambar Team, uno de los equipos que promueve la disciplina de Topuria en Valladolid, además de luchar por entrar en la UFC en un futuro.
En 2015, el venezolano recibió la llamada de su entrenador, el brasileño Teto, con el que había sacado el cinturón negro de Jiu-Jitsu Brasileño en Burgos unos años antes. «¿Te apetece participar en una velada en Denia con un debutante en MMA?», le espetó su preparador, palabras que recuerda como si fuesen pronunciadas ayer. «Le dije que cuando nos íbamos, y allí me fui pensando que iba a dejar KO a Topuria», rememora.
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La realidad fue otra, porque Fran entiende que no hubo nada que hacer con ese joven debutante del que destaca «su convicción». «Lo tenía y tiene claro. Sabe lo que hace y cómo lo quiere hacer. Más allá de aspectos técnicos es esa convicción en que quiere ganar y dónde quiere llegar», analiza mientras se pone de gala, con su ropa del Ambar Team para la entrevista en la sala 'C' del polideportivo vallisoletano donde entrena a 55 jóvenes luchadores.
La pelea se decantó para el nuevo diamante de la UFC, gracias a una sumisión de triángulo invertido en el primer asalto. Así llegó la primera victoria para Topuria, la del bautizo, que marcó las quince que acumula desde la madrugada del pasado domingo y que le han aupado a lo más alto del peso pluma mundial.
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«Cuando le veo, no puedo evitar pensar y si... Pero también es verdad que de aquel combate me acuerdo que nos pagaban entre 250 y 300 euros, y que para sacar algo más de dinero ayudé a montar la jaula», explica. «También me tocó desmontarla después de la derrota y con ese 'run, run' de si esto no es lo tuyo, el viaje de vuelta...», valora un deportista que sacó posteriormente las oposiciones de Renfe, y que eligió poder ganar una custodia compartida de su hija.
«Para llegar donde está Ilia no solo hay que ser bueno, hay que estar focus en el objetivo, y yo en ese momento elegí a mi hija y poder tener una estabilidad que ofrecerle», señala Fran que ahota también está inmerso en sus estudios de Ingeniería Electrónica a sus 34 años. «A ver si los saco, porque he vuelto a entrenar. El verano pasado ya luché en Polonia, y me gustaría poder llegar a la UFC. Creo que hay tiempo, y más si esta llega a España como parece que va a pasar».
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El luchador de Arco Ladrillo, como amante y practicante de la MMA, no se perdió el combate de la madrugada del domingo. «Llegué a eso de las 4 de la mañana a casa porque era el cumpleaños de mi hermana, y ya me puse a ver los combates previos», afirma.
El desenlace que ya es historia del deporte español no fue una sorpresa para Asprilla. «Ni mucho menos, siempre tienes ese 1% de duda, porque Volkanovski es Volkanovski, pero estaba seguro de la victoria de Ilia».
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Tampoco le sorprendió la forma, ni la rapidez. «Es un luchador muy hábil, y como he dicho antes, muy confiado en sus posibilidades, y eso te da un plus en lo que haces. Es fundamental. Te hace no temer, no alejarte cuando recibes un golpe...», agrega.
Para el 'vallisoletano', que llegó a Benavente cuando solo tenía 7 años procedente de Caracas con su madre y su hermana, «hay Topuria para rato», y la ventana que abre el nuevo campeón del mundo de la UFC puede «ser muy bueno para España y sus luchadores, y por qué no para mí, que aún sueño con poder estar ahí, aunque tenga que recibir unos cuantos golpes», concluye.
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