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EL NORTE
Jueves, 17 de diciembre 2015, 19:19
Un deportista extremo llevará a cabo el próximo 25 de marzo un desafío que constituirá el primer 'death challenge', una iniciativa que nace con intención de continuar en el tiempo. En él, el protagonista, del que no se ha desvelado su identidad, se lanzará a un mar repleto de tiburones desde una altura de más de quince kilómetros.
Se trata de una distancia que aproximadamente supone la mitad de la que cubrió el célebre Félix Baumgartner, en su mediático récord de 2012, pero el enorme riesgo radica en que en esta ocasión el deportista que se lance lo hará sin traje espacial, sin unidad de presión, sin oxígeno y sin paracaídas, enfrentándose a una muerte segura si no logra concienciar al menos a 1.100 millones de personas.
Y es que este 'Death challenge 1, el clavado mortal' esconde detrás una labor social. El saltador pretende alertar a la población mundial de las miles de muertes anuales debido al consumo de aguas contaminadas. «Después de pasar largos periodos en las áreas del mundo más afectadas por enfermedades que se trasmiten por el agua, él ha sido testigo privilegiado de los dramáticos efectos de este problema solucionable», ha asegurado la portavoz de la entidad que organiza el salto, Aideen Doherty, en unas declaraciones recogidas por Europa Press.
Tres formas de salvar la vida
El salto suicida contará con tres vías para salvar a este deportista extremo, unas posibilidades que se activarán dependiendo del número de personas que voten a favor de su uso. El saltador tan solo aceptará estas posibilidades de salvarse si al menos obtiene mil millones de votos a favor, una cifra simbólica que se aproxima al número de personas que no tiene acceso al agua potable en el mundo.
Si se llega a este hito se le ofrecerán tres posibilidades: entre 25.000 y 20.000 pies una aeronave le lanzará un paracaídas; entre 20.000 y 15.000 pies un segundo saltador se lanzará hacia él en paracaídas para intentar lograr el primer acoplamiento sin equipo de seguridad y por último, entre 15.000 y 7.000 pies una aeronave le lanzará una cuerda de remolque a la que podrá agarrarse. Existe una cuarta vía. En el caso de que el saltador se desmaye durante su salto un compañero podría saltar hasta él y administrarle oxígeno, aunque esta posibilidad solo será aceptada en el caso de que en ese momento se hayan contabilizado más de siete mil millones de votos, el equivalente a toda la población del Planeta.
El evento será retransmitido en el modo de 'pago por visión' en todo el mundo y la audiencia televisiva y las personas presentes tanto en la aeronave que lance al saltador (viaje para el que se pueden comprar billetes), como en el lugar en el que debería de aterrizar (al que también se puede acceder mediante un pago) podrán comprar votos antes y durante el reto.
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