nacho sáez
Viernes, 18 de septiembre 2015, 21:34
Unos 1.000 atletas correrán desde la madrugada de este sábado la carrera de ultrafondo Madrid-Segovia, una cita de cien kilómetros que alcanza su sexta edición y que une la capital de España con Segovia a través de las vías pecuarias del Camino de Santiago hasta llegar, atravesando la sierra, hasta los mismos arcos del Acueducto. Cien kilómetros que pondrán a prueba la condición física de los atletas, si bien este año tenían que cumplir religiosamente con una novedad: en caso de no haber completado nunca la carrera, los participantes estaban obligados a aportar una prueba de esfuerzo que acreditara su capacidad.
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Lo han hecho los 1.000 que han completado el cupo de participantes establecido este año por la organización. A la línea de salida, situada en la madrileña plaza de Castilla, acudieron anoche atletas llegados desde casi todos los puntos de España y también de países como China, Estados Unidos, Alemania, Italia, Ecuador, Bélgica, Holanda, Argentina, Brasil... Los corredores extranjeros representan aún, sin embargo, una porción pequeña en esta carrera dentro del total de participantes, debido a que, según la organizadora, Anna Giustolisi, «los dorsales vuelan en pocas horas y a los extranjeros no les da tiempo a enterarse». «La mayoría repiten de otros años», añade.
Sin embargo, las dificultades logísticas no varían. Son el gran desafío para una carrera que, al tiempo que recibe al primer atleta en la línea de meta, aún tiene a algunos en el kilómetro 40. Un trabajo complejo que cuenta con la inestimable colaboración de 130 voluntarios y de un equipo que se encarga de coordinar las ambulancias, el avituallamiento, la seguridad...
La carrera discurrirá por diez municipios de las dos provincias, así como por el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. «Obligamos a todos los corredores a ser escrupulosos con sus residuos», que en caso el caso de ser encontrados por el recorrido supondrán la descalificación. Y es que la carrera apuesta por el compromiso con la naturaleza. Los inscritos deberán correr con sigilo y sin gritos, sobre todo por la noche y en el paso por espacios naturales protegidos», ha explicado la propia Anna Giustolisi, que estará presente en la zona de meta junto al Acueducto cuando llegue el primer clasificado en torno a las 13:30 horas.
El récord masculino de la Madrid-Segovia lo posee el capitalino Javier Tabernero, que completó el recorrido en ocho horas y 42 minutos. La organización confía plenamente en que, al haber adelantado la salida a las cinco de la mañana, las temperaturas bajas de las primeras horas podrán favorecer la rebaja de tiempos por parte de los corredores. Y como en otras ocasiones, la Madrid-Segovia no deja de lado su punto solidario. En esta edición, cada corredor deciden cuánto aportar a tres causas concretas: la Fundación Gil Gayarre de personas con Síndrome de Down, la Fundación Famof, que dedica su trabajo a colectivos en situaciones vulnerables de salud, y una fundación de afectados por el Síndrome Williams, enfermedad rara causada por la falta de copia de varios genes.
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