El fútbol según 'Humor amarillo'

De la búsqueda de ideas originales que consigan generar interés surgen iniciativas como el fútbol burbuja (o bubble football en inglés), una suerte de disciplina que apareció por primera vez en 2011 en una televisión noruega y que se está expandiendo de forma imparable. En ella, los jugadores están metidos de rodillas para arriba en una burbuja gigante fabricada de TPU (poliuretano termoplástico), inflable, transparente y flexible. Juegan como si no las llevaran, pero tiene poco que ver con un partido de fútbol sala o de fútbol habitual, ya que los choques son continuos y se originan escenas muy divertidas en las que apenas hay riesgo para los protagonistas de sufrir daños físicos.

Quien en los 90 viera el programa de televisión Humor amarillo no podrá evitar la comparación con el fútbol burbuja, que a Segovia ha llegado de la mano de Daniel Ibañes y Lin. Estos han creado Bubblefootball Segovia, que realizó este viernes una primera puesta de largo en el pabellón Pedro Delgado. A ella no pudo asistir Lin, que se encuentra en Macedonia disputando el Preeuropeo con la selección española de fútbol sala, pero con la colaboración de los jugadores del equipo de División de Honor Juvenil del Segosala se pudo realizar un primer examen acerca de qué es el fútbol burbuja. «Es un deporte porque corres y sudas mucho. Se puede jugar al fútbol sala, al fútbol 7; el riesgo de lesiones es mínimo; y yo creo que es divertido. La gente se lo va a pasar bien», explicó Daniel Ibañes acerca de una disciplina que tan solo ha llegado a un puñado de ciudades en toda España pero que cuenta ya incluso con competiciones propias.

Página web

Bubblefootball Segovia ya tiene perfil en Twitter (@bubblefootbalsg) y web propia (www.bubblefootballsg.es), en la que se puede consultar toda la información relacionada con esta actividad: historia, juegos, reglas... También los pasos que hay que seguir para practicarlo. Por diez euros por persona, la empresa de Daniel y Lin lo lleva a cumpleaños, despedidas de solteros, fiestas... Incluye las burbujas, las rodilleras necesarias para jugar, el balón, la presencia de un monitor y un seguro de responsabilidad civil, y lo pueden practicar tanto mayores (que no midan más de 1,90 metros) como pequeños (de momento desde 12-13 años, aunque pronto van a adquirir burbujas para niños desde 7-8 años).

Ya está pensando Daniel en cuándo organizar una Liga en Segovia e incluso reunir en un torneo a todas aquellas ciudades que se han sumado al creciente boom del fútbol burbuja. «Es para todo el mundo», concluyó el exjugador del Caja Segovia y del Inter Movistar.