«Me cuesta mucho dejar Palencia»

El entrenador Ricardo Maldonado aún no ha comenzado a hacer las maletas, y eso que la semana que viene ya embarca en un avión rumbo a Doha, la capital de Qatar. «Aún no he comenzado con el equipaje porque sigo entrenando a los chicos», señaló ayer el preparador argentino, que lleva 16 años residiendo en Palencia y que está casado con una palentina. Los chicos son los jugadores de la Selección Permanente de Voleibol Junior, que tiene su sede en Palencia.

Maldonado pone punto y final a su etapa en la capital del Carrión para hacerse cargo de la selección de voleibol sub-23 de Qatar. «El objetivo es preparar el campeonato asiático de la categoría, que se celebra en el mes de mayo», explica el entrenador. «Creo bastante en mis posibilidades y trataré de hacer todo lo posible para que evolucione el equipo, que es de lo que se trata, y es lo que he conseguido hacer en España en estos años, con el apoyo de la Federación», argumenta el ya entrenador palentino de adopción, que nunca ha pisado suelo catarí.

Maldonado recibió la primera llamada a finales de diciembre. «La primera vez que hablamos fue más bien un acercamiento», aclara ahora. «La verdad es que no les conocía de nada ni habíamos tenido ningún tipo de contacto hasta ese momento. Poco a poco, comenzamos a hablar de condiciones y de diferentes cosas, y en cuanto se confirmó llamé a la Federación de Voleibol», agrega. El contrato del preparador argentino es, en principio, para un año, pero prorrogable.

Mañana dirigirá por última vez un entrenamiento del CyL Palencia 2016 en el Campo de la Juventud, nombre con el que se conoce a la Concentración Permanente de Voleibol. «Me da mucha pena dejarles. Mi vida se desarrolla por completo aquí, es que llevo 16 años ya en Palencia, toda una vida», afirma el nuevo preparador de la selección sub-23 de Qatar, que presidió una cena con los jugadores el pasado domingo. «Fue muy buena la despedida. Son muy cariñosos y muy agradecidos los chicos. La verdad es que cuesta dejar un lugar de estas características después de haber estado tantos años aquí», añade el seleccionador. Su último partido al mando de la selección nacional se jugó el pasado sábado y concluyó con una victoria local, para que así el preparador argentino se vaya con buen sabor de boca al país asiático.

Adiós al Europeo

«El equipo está en una buena posición para luchar por el título de la Superliga2, y la clasificación para el Campeonato de Europa también es una satisfacción, porque fue una ardua tarea conseguirlo», señala Maldonado. «Ya he vivido varios Europeos. La verdad es que sí que me hubiera gustado estar con el equipo en este, pero no ha podido ser», añade con pesadumbre el entrenador. «Pero desde la distancia seguiré pendiente de lo que hacen, es lo bueno de las redes sociales», agrega.

«En el año 2010, hemos sido campeones de Europa y subcampeones del Mundo en Argentina», rememora con orgullo. «Una satisfacción impresionante, porque además fue en Argentina. Un año después, con el mismo grupo de trabajo, fuimos subcampeones de Europa en Polonia», agrega sacando pecho.

Maldonado sabe que, a pesar de que las reglas no varíen en una tierra o en otra, el juego será muy distinto al que ha dirigido hasta ahora en Palencia. «Todo depende de las características físicas, porque son distintas culturas, y eso es lo que marca la diferencia. No es lo mismo entrenar a un ruso que a un japonés. Esto lleva a que sean características técnicas y de juego de cada equipo», analiza el técnico.

Ricardo Maldonado, que de momento va sin ayudante ni segundo a dirigir al conjunto asiático, reconoce que echará de menos sobre todo a su esposa. «Añoraré sobre todo a mi mujer, que se queda aquí porque está trabajando. También a mis familiares y amigos», concluye.