De mandíbula frágil

Las Navidades ya están a la vuelta de la esquina y el Segovia Futsal se encuentra lejos de cumplir el objetivo que se marcó hace un par de semanas cuando se dispuso a encarar los cuatro últimos partidos de la primera vuelta. Dijo que iba a pelear por ganar al menos los tres de casa. Su gozo en un pozo, pues ya ha perdido dos de ellos.

Este sábado, el segundo, frente a un Valdepeñas que se bastó con ser efectivo para llevarse los tres puntos del pabellón Pedro Delgado. El conjunto manchego resistió al principio y ametralló después la portería de un Segovia Futsal que se mostró excesivamente frágil en varios tramos del partido. Los de Diego Gacimartín quedaron noqueados cuando encajaron el 0-1 y facilitaron que su rival consiguiera una ventaja que después ya fue insalvable. Lucharon en pro de la remontada y no anduvieron lejos de lograrla, pero esta vez no tuvieron esa pizca de suerte que hace falta en las grandes gestas.

Diego Gacimartín compareció con un cinco inicial formado por Mordi, Iván Quintín, Edu, Alvarito y Jorge Jimeno. Esta vez les tocó esperar su turno en el banquillo a gente como Buitre, que formó parte de las rotaciones. Unas rotaciones que el técnico del equipo segoviano demoró más que otras veces. La segunda unidad tardó más en salir a la cancha y un jugador en concreto, Iván Quintín, casi ni se sentó en el banquillo. Tenía encomendada la misión de marcar al veterano Joan, santo y seña del Valdepeñas.

El equipo manchego, que estuvo arropado en Segovia por una veintena de ruidosos aficionados, trató de imponer su ritmo en los primeros minutos, pero fue su portero el que tuvo que salvar varias ocasiones del Segovia Futsal. Primero lo intentó Iván Quintín, y después Charly, y ambos se encontraron con la respuesta del guardameta manchego, que impidió que llegara el 1-0. El partido tenía la velocidad que querían los de Diego Gacimartín, mucho más cómodos que hace una semana frente al Brihuega. Ese buen feeling se tradujo en más oportunidades. Como la que le volvió a sacar Coronado a Iván Quintín.

Sin embargo, el Segovia Futsal se quedó hecho polvo al primer revés. Un fallo en la entrega propició un contraataque del Valdepeñas que fue culminado por Kike, y acto seguido casi del saque de centro el propio Kike firmó el 0-2, de forma casi idéntica con un remate en el segundo palo. El castigo fue severísimo para el equipo segoviano, que hasta ese momento no había concedido ni una sola opción de gol. Pero sus propios errores le condenaron: el Valdepeñas, formado mayoritariamente por jugadores veteranos, no desperdició esas concesiones estuvo la mar de efectivo y se puso el partido a su gusto.

Pasó a jugar a placer y sacó de punto a un Segovia Futsal que perdió la armonía que había exhibido en su juego en el primer tramo del choque. Desapareció por completo; dejó de funcionar como equipo y quedó expuesto ante un rival que se defendió con mucho oficio y que no desdeñó en ningún momento las opciones de salir al contraataque. Ni rastro de nadie en el equipo de Diego Gacimartín, que todavía en la primera parte encajó el 0-3.

Mejoría

La misión de tratar de remontar quedó para después del descanso, pero entonces se acordó del que no estaba, Álex Fuentes, y de los que sí que estaban pero no tenían su mejor día, caso de Alvarito y Buitre, que eran los llamados a aportar algo de desequilibrio. Eso y su falta de puntería dificultaron que se pudiera meter en el partido. Pero además le endosaron el 0-4 en un jugadón de Kikillo que culminó él mismo, sin que nadie del Segovia Futsal fuera capaz de pararle, siquiera con una falta.

Si el partido no se acabó ahí fue porque los de Diego Gacimartín no lo permitieron. Mantuvieron el nivel de su presión, que en ningún momento había sido bajo pese al marcador, y aprovecharon que el Valdepeñas lo empezó a ver demasiado fácil. Iván Quintín hizo el 1-4 y el guardameta manchego impidió que firmara el 2-4 casi acto seguido. Pero lo consiguió enseguida Charly, que puso el partido en un puño a más de ocho para el final.

El partido se puso otra vez al alcance del equipo segoviano, auspiciado por el bajón que pegó el Valdepeñas en la segunda mitad. También por su fe, claro. Lo intentó hasta con portero-jugador a más de cuatro minutos para el final, pero el Valdepeñas tuvo la suerte de marcar el 2-5 enseguida. Y ya no le dio tiempo a evitar la derrota pese a que Alvarito marcó el 3-5, con el que se cerró el partido. Tendrá que ir el Segovia Futsal a Antequera a lograr un buen resultado con el que no contaba, dada la dificultad de esa cancha.