e. mongil
Lunes, 21 de julio 2014, 11:26
Es imposible sacar más rédito con menos recursos. Hace tres semanas, el Centro Hípico Fuente el Sol cerró su participación en el Campeonato de España de Ponis con la obtención de cuatro preseas, el mismo número de metales que el pasado año, pero con una salvedad: en aquella ocasión fueron cinco los jinetes que participaron, y esta vez, solo cuatro.
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Los artífices del pleno del club vallisoletano en la cita celebrada en el Centro Ecuestre de Segovia han sido Raquel González Herrero, Manuel Martínez, Inés Novella y María González Herrero. Los tres primeros formaron el equipo que representó a Castilla y León en el concurso completo de la división A, la categoría destinada a los ponis más pequeños. En esa prueba, el equipo regional se llevó la medalla de oro, al igual que en Ponis C, donde participó una única amazona vallisoletana, María González Herrero. Por su parte, Manuel Martínez sumó una plata individual en la misma modalidad, a lomos de Willy Foc.
En el concurso completo por equipos pueden participar hasta cuatro jinetes por conjunto, y se combinan las disciplinas hípicas de la doma, el salto y el cros. El éxito del Centro Hípico Fuente el Sol, como así lo atestigua su director, Carlos Pinacho, es mayor si se toma en consideración el gran número de jinetes que participaron en el Campeonato Nacional: «En la categoría más pequeña participaron 35 ponis, pero en Ponis C fueron más de 80. Aunque también tiene mérito, no es lo mismo quedar segundo cuando participan 8, que cuando participan tantos», asegura Pinacho, que es el principal encargado de impartir las nociones de equitación a todos los miembros del club.
Escuela de iniciación
El Centro Hípico Fuente el Sol lleva más de un cuarto de siglo formando jinetes, y en la actualidad cuenta con alrededor de 300 en sus filas. De esa cifra, solo compiten unos 30 y el resto pertenecen a lo que el club denomina Poni Club, una escuela que sirve como iniciación a la práctica de la equitación: «En el Poni Club los niños aprenden a montar, el manejo del caballo, el cuidado..., pero en definitiva lo que buscamos es que se acaben animando a saltar», explica José Manuel Martínez, miembro del club.
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan es la temprana edad a la que los niños suelen abandonar la equitación: «La mayoría de niños que tenemos tienen entre cuatro y doce años. No tenemos ningún sénior compitiendo porque a los diecieséis años lo suelen dejar todos, afirma Martínez», que comenta que, por ese motivo, el club cuida mucho la base: «Siempre tenemos 3 o 4 niños pequeños para que formen equipo con Ponis A y vayan empezando a saltar».
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El club tiene muchas esperanzas puestas en la progresión de los cuatro medallistas, especialmente en María González, que ya ha hecho sus pinitos con los caballos, pero no es el único nombre: «Ana Martínez está evolucionando mucho. El año pasado fue campeona de España en Ponis D, y en este ha subido una categoría, y ya ha sido plata en el Campeonato de Castilla y León de Ponis D», indica Martínez, que no se atreve a poner un techo a los niños: «Mientras les dure la afición, seguirán para adelante».
La culpa de un buen resultado no la tienen ni el caballo ni el jinete, sino el entendimiento entre ambos, como así explica José Manuel Martínez: «Lo más importante es la compenetración. El jinete tiene que saber cómo va a reaccionar el animal, dónde le pueden exigir o dónde van a tener problemas con él. Hay que estar muchas horas encima del caballo para acabar de conocerlo bien».
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«Somos conscientes de que el caballo es una cosa secundaria»
El Centro Hípico Fuente El Sol tiene la misión de acercar la equitación de una manera más lúdica que competitiva. Dentro del club tienen claro que la práctica de la hípica no debe distraer a los niños de sus principales obligaciones: «Somos conscientes de que el caballo es una cosa secundaria. Lo principal en la edad que tienen son los estudios. El caballo es una afición a la que se le puede dedicar el tiempo libre, pero nada más», argumenta José Manuel Martínez.
La gran mayoría de los ponis no son propiedad del club, sino que pertenecen a particulares: «Cuando crece la afición, y en la medida de las posibilidades de cada uno, las familias de los jinetes van adquiriendo caballos».
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Aunque el club se centre en la formación y la base, no solo son los niños quienes acuden a montar a las pistas del Centro Hípico Fuente El Sol: «Tenemos gente mayor que monta en el club, pero solo por afición, sin ningún espíritu de conseguir nada a nivel competitvo. Vienen por amor al caballo», asegura Martínez.
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