María como estrella

Hacía este viernes justo un año que María López Carazo volvía a casa desde Madrid, después de una operación de catorce horas en la que le habían transplantado el corazón. Unos días antes se había celebrado en Baños de Cerrato, localidad de donde desciende, la primera carrera en favor de Menudos Corazones, una iniciativa solidaria organizada por su padre, Miguel Ángel López para colaborar con la fundación de ayuda a los niños con problemas de corazón. María López Carazo, de 22 años, nació con una cardiopatía severa hace 22 años y en junio del pasado año recibió un corazón que le ha devuelto a la vida. Hace un año fue protagonista de la carrera en el recuerdo. Este viernes fue protagonista in situ, de aquí para allá para ayudar a lo que fuera necesario, desbordada con la solidaridad de Baños.

«Hago una vida normal. Bueno, mejor que normal. Lo he pasado muy mal, pero ha merecido la pena. No esperaba tanta gente, esperaba algo más pequeño. Estoy emocionada de ser la culpable de todo esto», hacía hincapié María, que empieza a trabajar el martes como auxiliar de clínica en el Centro Asistencial San Luis y que ha estado contratada ya otros cincuenta días con anterioridad. Una currita normal.

Marta Domínguez fue otra de las protagonistas de esta cita solidaria, colaborando en la organización con la Fundación Menudos Corazones, que trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas con cardiopatía congénita y de sus familiares, y con el Consistorio de Venta de Baños. Ya lo hizo en la primera carrera solidaria de Menudos Corazones el pasado año, y ayer volvió a mostrar su lado solidario.

Junto a Marta Domínguez estaba Nuria Fernández, atleta campeona de Europa de 1.500 metros en 2010 en Barcelona que no pudo acudir el año pasado a Baños de Cerrato por estar embarazada y que este año no quiso perderse la cita acompañada de sus hijas Valentina, de un añito, y Candela, de seis. «Tenía muchas ganas de venir, una se siente feliz haciendo estas cosas. Es egoísta, pero además de sientes bien, si a mí me pasara algo así, me gustaría que la sociedad respondiera», comentaba Nuria Fernández, con la mente ya en el Europeo de Atletismo en Zurich, donde nació. «Igual es una señal», apostillaba jocosa la corredora, que disputará los 1.500 metros.

Más de 1.600 personas quisieron inscribirse en la segunda edición de esta carrera solidaria (contando las categorías desde cadete a benjamín y chupetines; la marcha solidaria y las pruebas de 5 y 10 kilómetros).

En la prueba de cinco kilómetros vencieron Juan José García (16:33) y Lucía Santos (18:38), mientras que el triunfo en la de diez kilómetros fue para Javier Sangrador (35:48) y Yolanda Velado (44:16).