Larry, toda una vida humanizando el arbitraje

Ni ha sido un árbitro más ni tampoco la huella que deja pasará inadvertida para miles de deportistas que en algún momento de sus trayectorias vitales, puntual o no, han disfrutado con su particular forma de dirigir partidos de fútbol sala y fútbol 7.

Luis García, Larry para todo aquel que haya jugado con el balón pequeño en Valladolid, aparca después de 44 años su pasión por el arbitraje, dejando una huella imborrable por su trayectoria y dedicación a esta labor tan ingrata. Ligado desde hace cuatro décadas a la Universidad de Valladolid, el Servicio de Deportes le rindió homenaje el pasado fin de semana, en una convoctoria muy poco frecuente en el deporte. Habituados a participar de tributos a determinados jugadores, rara vez se aunan voluntades para abrazar y reconocer la carrera y conducta ejemplar de un árbitro.

En este caso Larry, que esta misma semana cumple 78 años, ha sido un ejemplo para todos los actores del mundo del fútbol sala , ya fueran jugadores, clubes o directivos con los que se ha relacionado. En su haber no solo ha humanizado el arbitraje, sino que ha conseguido que miles de jugadores y jugadoras con los que ha coincidido en la cancha vean al árbitro con respeto y como una parte importante, esencial dentro del deporte, que normalmente genera rechazo.

Una educación, siempre exquisita, que ha sabido trasladar a sus cinco hijos en todos los ámbitos de la vida, también en la profesional. «Esto que hemos vivido durante años como espectadores, lo hemos vivido también en primera persona como hijos donde esta afición ha formado parte de nuestra educación y desarrollo como personas y más adelante como profesionales cada uno de nosotros en nuestra actividad. Los valores que ha llevado en el arbitraje los hemos vivido en nuestro día a día en familia, como es el respeto y la justicia con los deportistas, el trato siempre con educación, la responsabilidad en el trabajo bien hecho, la generosidad a través de la paciencia y el trabajo en equipo por su liderazgo dirigiendo varios equipos arbitrales», apuntaba uno de sus vástagos, Luis García, al término del homenaje rendido desde la UVa.

Precisamente todos sus hijos han seguido sus pasos, en mayor o menor medida, ejerciendo de auxiliares de mesa o de árbitros en algún momento.

Larry empezó su andadura en el arbitraje en 1980 como árbitro federado en aquella Federación Española de Fútbol que también amparaba el fútbol sala, llegando a dirigir partidos de la liga profesional entre los que se encontraba el histórico Interviú Lloyds –ahora Inter Movistar– de José María García.

Durante los últimos 44 años ha sido árbitro de las competiciones universitarias de la UVa, tanto de fútbol sala como de fútbol 7, coordinando también al equipo arbitral. En esta dilatada trayectoria hay que sumar varias ligas amateurs en las que ha dirigido el equipo arbitral o incluso ha promovido dichas competiciones, caso de la liga de Simancas, la de San Isidro, la de policías y bomberos, los míticos campeonatos de fútbol sala de verano de Viana o de Laguna, y un largo etcétera que incluye la liga de fútbol 7 de empresas liderada durante diez años por El Norte de Castilla, con más de 100 equipos y 1.600 jugadores por temporada, una liga referente en su momento.

El Servicio de Deportes de la Universidad de Valladolid quiso rendir homenaje a su figura, en una cita organizada por Antonio Blázquez y Alfredo Lahuerta a la que también acudió, entre muchos otros, Santiago Toribio. El programa incluyó un partido de fútbol sala en las instalaciones de Fuente La Mora con una selección de jugadores históricos de Valladolid, y con Larry dirigiendo su último partido en activo.

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