Camponaraya felicita a Lydia Valentín

Orgullosa de sus paisanos, de quienes la han arropado en todo momento, de la gente más próxima. Así se ha dejado ver este miércoles la haltera Lydia Valentín en el homenaje que en la plaza de su Camponaraya natal ha recibido por parte de sus vecinos.

«Eres nuestro orgullo», le ha espetado una vecina. Tan sentidas han sido las palabras de los suyos que la levantadora berciana, bronce en la cita olímpica de Río de Janeiro, no ha podido evitar las lágrimas.

Valentín, a la que le han llovido aplausos desde su llegado a este reconocimiento sencillo pero extraordinariamente sentido, no ha dudado en asegurar que durante todas las competiciones siente el calor y el cariño de todos sus vecinos. «Siempre estáis presentes. Estoy feliz de ser berciana y de ser de Camponaraya», ha asegurado.

Ha habido innumerables gestos de emoción, pero también de ilusión y de alegría, especialmente entre los más pequeños. Todos han querido hacerse una foto con la medalla y todos han querido tocar un bronce olímpico que en Camponaraya sabe a oro.

Antes de darse su merecido baño de masas, la haltera recordó que Camponaraya es «un pueblo que se ha volcado siempre conmigo». «Sabía que Camponaraya me iba a estar apoyando y eso me dio más motivación para hacerlo bien», reconoció la haltera, en referencia a la cita olímpica de la semana pasada. «Tenía ganas de celebrarlo en mi tierra, con mi gente», explicó la medallista, que se mostró feliz y que tuvo un recuerdo para su primer entrenador, Isaac Álvarez.

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