PPLL
Jueves, 4 de agosto 2016, 18:12
Pelos tintados de colores, cabezas rapadas al cero, peregrinaciones al Santo y demás promesas conocidas no son suficientes para Adrián Gavira y Pablo Herrera, la pareja española de vóley playa que representará a España en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
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El andaluz, ufano ayer a dos días de su debut en Copacabana, lanzaba un órdago a su compañero, que hace algunas semanas había asegurado que si ganaban una medalla en los Juegos le daría a Gavira un beso en la boca. «¿Que si me dejaría? Por un medalla me dejo besar en los morros y donde quiera Pablo. Le como la boca bailando salsa si hace falta...», bromeaba el gaditano, que en Río disputará sus segundos Juegos.
Para él y Herrera será la última oportunidad de brillar y conseguir una medalla olímpica juntos y eso hace que Río sea especial, pero no es la única razón. «Jugar en Copacabana es hacerlo en un sitio mítico y emblemático para el vóley playa. Vamos a intentar disfrutar, pasar a la segunda fase y a partir de ahí ir partido a partido», reconocía Herrera, plata en Atenas 2004.
Los de Río serán sus cuartos Juegos, aunque en esta ocasión -y a pesar de sus 34 años- llegará en plena forma. «Lo disfrutaremos más porque en Londres jugué con la rodilla muy tocada», reconocía el veterano jugador con la ilusión de un principiante.
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