Castilla y León, rumbo a Tokio

El atleta palentino Óscar Husillos acude por primera vez a una cita olímpica a sus recién cumplidos 28 años. Ayer fue su cumpleaños y de regalo competirá con los mejores del mundo en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde llega gracias al ranking mundial (ya que no consiguió la mínima para acudir). El próximo jueves se desplazará a Madrid y un día después viajará hasta el país nipón con la maleta llena de sueños y con idea de hacer su mejor papel en la distancia de 400 metros.

Actual campeón de Europa en pista cubierta, hace poco más de dos semanas se proclamó campeón de España al aire libre, después de haber logrado este título en 2017, 2018 y 2019 (el año pasado no se disputó este nacional por la pandemia). Paró el cronómetro en 45,37 segundos y voló sobre la pista del polideportivo municipal Juan de la Cierva en Getafe. «Mi objetivo para Tokio siendo ambiciosos y pensando en grande, en el 2017 fui semifinalista en el Mundial con el puesto decimotercero o decimocuarto, pues rondar esas posiciones. Yo lo que quiero es rendir bien y mejorar cada temporada», afirma el astudillano, que comenzará a competir el 1 de agosto.

Jesús Gómez será una de las principales bazas españolas del medio fondo en Tokio. El atleta burgalés llega a la cita olímpica tras revalidar el pasado febrero su título de campeón de España de 1.500 en pista cubierta. Y ya van tres. En aquella cita, el burgalés aprovechó el tropiezo de Ignacio Fontes, su principal rival en la disciplina, para alzarse con la victoria.

Apenas un mes después, Gómez se colgaba la medalla de bronce en el Campeonato de Europa celebrado en Torun (Polonia), parando el crono en 3:38.47 por detrás del noruego Ingebrigtsen y el polaco Lewandowski.

No obstante, y a pesar del rendimiento demostrado durante buena parte de la temporada, su presencia en Tokio no estaba garantizada, toda vez que una inoportuna lesión en el sóleo le privó de participar en la prueba de Hengelo, clasificatoria para los Juegos. Finalmente, la Federación de Atletismo le ha convocado y el 3 de agosto estará en la línea de salida de los 1.500 metros.

Varios días antes, concretamente el 30 de julio, será el turno de Dani Arce, que tomará la salida en la prueba de los 3.000 obstáculos. Al igual que en el caso de Gómez, ésta será la primera participación de Arce en una cita olímpica que tampoco estaba garantizada.

Salamanca no contará con representación directa en Tokio. Pero la provincia si estará representada por una deportista que, aunque no entrena ni reside en Salamanca, si tiene una relación directa con ella. Es el caso de la judoca María Bernabéu, que nació en Salamanca, pero que ha desarrollado su carrera deportiva en tierras levantinas.

La halterófila berciana Lydia Valentín es una de las principales opciones de medalla para la delegación española. Por primera vez, acude a una cita olímpica con un peso diferente al que le ha permitido cosechar tres medallas olímpicas. La atleta de Camponaraya pasa de los 75 a los 87 kilogramos debido a que una gastroenteritis le dejó fuera del Europeo de Moscú en la categoría de 76 kilos, por lo que acude a Japón para medirse en una prueba de mayor peso gracias a su tercera posición en el ranking mundial.

Valentín acumula tres medallas en los Juegos Olímpicos, un bronce en Río de Janeiro, una medalla de plata en Pekín y una de oro en Londres. Estas últimas dos medallas llegaron mucho tiempo después. Valentín fue cuarta en la cita londinense y quinta cuatro años antes en la capital china pero, en ambos Juegos, tres de sus rivales con marcas superiores fueron descalificadas por dopaje. La levantadora disputará sus últimos Juegos Olímpicos, en los que participará el 2 de agosto.

Saúl Ordóñez dejó sentenciada su presencia el pasado 30 de junio en Castellón. El atleta leonés de 800 metros lisos logró la mínima olímpica con una marca de 1:44:80, que supera el tiempo de 1:45:20 que exige la Federación Internacional de Atletismo. Ordóñez rozó la marca necesaria poco antes, en el Campeonato de España celebrado en Getafe, en la que además finalizó en segunda posición y sumó más argumentos de cara a su convocatoria. El leonés ostenta el récord de España en los 800 metros lisos, logrado en Mónaco en el 2018 con una marca de 1:43:65. Saúl Ordóñez ha dudado entre competir entre esta distancia y los 1.500 metros pero se ha decantado por la prueba en la que más ha brillado. Ordóñez ha demostrado ser, junto al gallego Adrián Ben, el mediofondista nacional que mejor ha llegado a esta recta final del ciclo olímpico. Su prueba dará comienzo el 30 de julio.

La balonmanista leonesa Mireya González se ha convertido en una de las líderes de la nueva generación de Guerreras que, también en Japón, logró el subcampeonato mundial en 2019. La lateral derecho del Râmnicu Vâlcea rumano vivirá sus primeros Juegos Olímpicos en plena madurez.

Valladolid, por su lado, tendrá un solo representante en la delegación española en la capital nipona. Se trata del judoca Alberto Gaitero, bronce en el último Europeo disputado en Lisboa en menos de 66 kilos. El de Laguna de Duero tiene puestas muchas esperanzas en esta cita. A sus 25 años recién cumplidos, Gaitero reconoce llegar «muy bien» a la cita nipona y se ve con opciones de estar en la lucha por las medallas. Sus principales rivales provienen de Corea, Georgia e Israel. Su calidad como competidor, la mejor carta de presentación del lagunero.

El piragüista segoviano David Llorente es el adalid de la ilusión y la confianza en estos Juegos Olímpicos de Tokio. Salido de aguas tranquilas, el tesón y el esfuerzo le han llevado hasta lo más alto no solo a nivel nacional, sino a nivel internacional. En su haber tiene dos medallas en los Mundiales de Eslalon de 2019, en la modalidad de K1, oro por equipos y plata en individual. Su presencia en estos Juegos lleva garantizada un año, en el cual se ha centrado completamente en este reto al que acude con un objetivo entre ceja y ceja que es el de estar en la final. Una vez dentro, como siempre dice él, «intentar dar mi mejor nivel».

Para él, estos Juegos son una especie de reválida vital, porque hace tres meses tuvo que ser hospitalizado por una meningitis que le tuvo doce días en cama, sin poder moverse y temiendo que su carrera deportiva había terminado. Tras recuperarse, ha conseguido volver a recuperar masa muscular y estar en condiciones de competir en un tiempo récord. No solo eso, sino que ahora mismo es el miembro de la selección en K1 masculino con más opciones de subir al podio.

Otro segoviano, el maratoniano Javi Guerra, tiene puesta su mira en Tokio por múltiples razones, algunas más allá de las deportivas. Ya pudo, y debió, ser olímpico en los Juegos de Río de Janeiro, pero se vio afectado por un trombo y, una vez en tierras brasileñas, no pudo participar en la prueba. El caso es que no participar fue lo de menos, porque en determinados momentos temió incluso por su vida y, desde luego, pudo verse obligado a poner punto y final a su carrera deportiva sin el premio de haber corrido una maratón en los Juegos.

Campeón de España hasta en tres ocasiones, mejor maratoniano europeo en los Mundiales, el siempre luchador atleta segoviano pensó, cuando logró superar el percance físico, que el deporte le debía una. Muy prudente siempre, «el objetivo principal es disfrutar. Me ha costado mucho llegar, así que estar en la línea de salida es un premio para mí». Cree que va a ser una maratón dura, que tendrá que tener paciencia y acabar con fuerza para, cerca del kilómetro 30, tener fuerzas para intentar alcanzar el diploma olímpico o quedar lo más cerca posible de él.

El atletismo también se nutrirá de deportistas de Ávila y Soria. La joven abulense Andrea Jiménez formará parte del relevo mixto de 4x400, el único relevo que tendrá presencia española en la capital nipona. Soria aporta tres atletas más a la expedición española al Lejano Oriente con la mediofondista Marta Pérez, que correrá el 1.500, y el maratoniano Daniel Mateo. Junto a ellos estará en Tokio el 'sorianizado' Sebastián Martos, que tomará parte en la prueba de 3.000 metros obstáculos.

Información de Esther Bengoechea, Gabriel de la Iglesia, Carlos Peralta, Isidro Serrano, Sergio Perela y Víctor Borda