Ganar sin un solo techo
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Pausa de hidratación ·
Los Rockets han prescindido de su pívot titular para pelear por el anillo con cinco pequeñosAsumo que al lanzarla se me van a enfadar el 33% de los que practican o han practicado baloncesto. La pregunta, que está en el ambiente, no puede ser más directa. ¿Se puede jugar para ganar títulos sin pívots? O, un puñal que les va ... a enfadar aún más, ¿se puede jugar mejor? En Houston, acostumbrados a solucionar problemas, ya se han adelantado a dar una respuesta contundente y tramposa al mismo tiempo. Se han apresurado a despedir a su pívot titular (Capela), el único que contaba con minutos de verdad, para entregarse sin miramientos al 'small ball'. Ya saben, sacrificar la fuerza y solidez bajo tableros a costa de ganar en velocidad, agilidad y, consecuentemente, más tiro exterior. Cinco pequeños al servicio de un mismo objetivo que prescinde de los centímetros para duplicar su riesgo con lo que los yanquis llaman 'pace&space' (ritmo y espacio). Y es aquí donde llegamos a la trampa. En el equipo que menos pases contabiliza por partido y donde las posesiones se sortean entre Harden y Westbrook, la apuesta gana aún más sentido. No es casualidad que los Rockets 2018-19 fueran el primer equipo de la NBA con más tiros de tres que de dos en una temporada completa.
El órdago ahora de Mike D'Antoni –ya lo intentó en su momento con los Suns de Steve Nash– es pelear por el anillo con un quinteto sin un solo jugador por encima de los dos metros, persiguiendo las miguitas de pan que antes dejaron los imbatibles Warriors de Stephen Curry, Klay Thompson, Kevin Durant, Iguodala y Green.
Como quiera que tarde o temprano todo acaba cruzando el charco, el 'small ball' será tendencia en Europa a la vuelta de la esquina. De momento en la LEB Oro, que es la que nos ocupa, el modelo instaurado por Hugo López es lo más parecido con nueve jugadores capaces de correr el campo y más triples lanzados que catorce equipos de la liga.
Sin que nadie se haya atrevido aún a infravalorar la labor del pívot, la tradición sigue siendo tozuda y colocando un jugador dominador en la zona en todo aspirante el ascenso. Y en ese requisito indispensable, Aboubacar se erige hoy en el Stainbrook de los últimos años.
Real Valladolid
Aestas alturas deben ser solo tres o cuatro los aficionados que no han esbozado una pequeña sonrisa al ver el particular estilo que se gasta Ben Arfa cuando debe calentar con el partido empezado –no es la primera vez que lo gasta, Emery puede dar fe–. Es lógico pensar que un jugador de su curriculum no está muy acostumbrado a chupar banquillo y que, a sus 32 años, ya no necesita subir de revoluciones antes de salir a comerse el césped. Lo que de verdad importa es lo que pueda ofrecer en el campo, y solo su rendimiento acabará dejando su calentamiento viral, más propio de la liga de empresas que de fútbol profesional, en mera anécdota. Uno de los riesgos que se asumían al fichar al franco-tunecino apuntaba a su compromiso y en ese sentido, según confirman los que frecuentan los Anexos, está fuera de toda duda.
Rugby
Ha vuelto el perejil de todas las salsas! El talonador en la melé, el apertura con balón, el pilier sin él e incluso el zaguero cuando toca salir corriendo. A él le tocó en su momento cerrar la puerta sin hacer ruido y, sin haberse ido del todo, ahora regresa al primer plano de la mano de la Federación Española de Rugby en un momento que da lugar a interpretaciones. En el escenario que más nos pone a los plumillas. Fernando de la Fuente ha estado entrenando en todo este tiempo al Boadilla y al CAU MAdrid, y el Canas vuelve al escaparate para ganar foco junto al otro personaje más controvertido el rugby español. El que más manda desde 2014. Su presidente Alfonso Feijoo.
El técnico de aquel Mundial en 1999, única vez que España se ha batido el cobre con los mejores, le ha llamado a filas precisamente en año electoral. No lo hizo hace un año ni hace dos, y sin embargo se ha acordado ahora que una candidatura alternativa amenaza su reinado, Candidatura –¡Oh, sorpresa!– que lidera el que fuera presidente de El Salvador, Juan Carlos Martín Hansen, y que integra al que fuera rector del VRAC, José Antonio Garrote.
Ha empezado la campaña. Como diría aquel, 1-0.
Al servicio Hansen...
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