El viernes no es día para el Mojados

Segunda derrota del Mojados en su feudo en una mala tarde, que no se convierte en un gran problema por su situación holgada en la tabla. El Santa Marta, con poco, le hizo mucho y controló casi todo el partido logrando asestar un golpe inicial y otro a la postre que terminó de derribar las opciones de sumar por tercera jornada consecutiva.

La bipolaridad de la primera parte permitió al Mojados salir vivo de un primer rato en el que su rival le pudo endosar alguno más... para después lamentarse de no llegar al descanso al menos con el marcador igualado. Ambas fueron posibles solo desde que despertaron los de Macón. El problema fue que para ello tuvieron que meterles un gol.

Del Santa Marta se podrán criticar muchas cosas, pero no su falta de aviso. No será porque no le advirtió a los amarillos de sus intenciones por alto. Hasta tres veces remató en el área antes de marcar, la última de Rivas, que la empaló desviada por muy poco. A través del balón parado, con centros cerrados, los salmantinos obligaban a Pablo de la Fuente a despejar casi en la línea.

Y como quien avisa no es traidor, Rivas marcó, solo faltaría. En otro balón bombeado desde el centro del campo llegó a haber hasta dos prolongaciones entre defensas y atacantes y el central remató a placer. Era el premio a entrar al partido mucho mejor. De hecho, hasta ese momento, el Mojados apenas había tocado la pelota.

Después, otros dos centros más que hicieron temer lo peor y ahí los amarillos vieron las orejas al lobo. Es el segundo encuentro consecutivo en casa que el Mojados empieza perdiendo y de nuevo se demandaba remontada.

Sin ni siquiera haber hecho una jugada Cuéllar ya había tenido el empate en sus botas, prueba de que no siempre le hace falta mucho para meterse en el partido.

Se sumaban los problemas, eso sí. A la dificultad visible en defensa había que añadir que cada ataque era sinónimo de banderín levantado. Alguno más justo que otro pero los atacantes locales se topaban con el fuera de juego. Hasta que Cada se vio tan solo y tan cerca del gol que la mandó fuera en la más clara de los suyos en todo el primer tiempo.

La última la fabricó Cerro, que volvió a partir de inicio en la medular. Su caramelo lo envolvió Suárez, pero desviado, en otra acción para lamentarse. Porque hubo que hacerlo, pese a pensar que aún había tiempo de reaccionar, como sí sucedió ante el Briviesca, en una segunda parte donde el Mojados no fue para nada el que tenía a su afición acostumbrada en este inicio de curso.

Faltó mucho acierto y en momentos intensidad. Según se acercaba el final los brazos iban cayendo y ni el doble cambio en el intermedio espoleó a un equipo que no recordará este viernes como positivo; y eso que seguía vivo, y eso que ganó otra vida extra después de que Álex fallara lo infaltable, con Pablo ya vencido.

Solo se asomó por el arco contrario Álex, como paso previo al segundo y definitivo visitante. La perdió posiblemente el que volvió a ser el mejor de los suyos, Suárez, que pecó de relajación, y segundos después Astu la estaba colocando en la escuadra.

Lo que quedó aún fue más pastoso que lo anterior ya que el Santa Marta no quería jugar a nada --bien que hacía-- y el árbitro parecía estar conforme con ello. Las tanganas finales colaboraron también. Pero ya era de noche y los puntos habían volado, sin ni siquiera haber empezado el fin de semana.

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